Instantáneas de política

¿Cuáles son las continuidades y rupturas entre las reformas educativas de 2013 y de 2019?

El análisis comparativo de ambas reformas incluye el contraste entre sus principales ejes prioritarios, sus ideas fuerza o clave y el aterrizaje de estas últimas en dispositivos de política.

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¿Cuáles son las continuidades y rupturas entre las reformas educativas de 2013 y de 2019?
El análisis comparativo de ambas reformas incluye el contraste entre sus principales ejes prioritarios, sus ideas fuerza o clave y el aterrizaje de estas últimas en dispositivos

El análisis comparativo de ambas reformas incluye el contraste entre sus principales ejes prioritarios, sus ideas fuerza o clave y el aterrizaje de estas últimas en dispositivos de política. 

Las “continuidades”…

Aunque con diferentes nombres (“calidad” y “excelencia”, respectivamente) y en distintas profundidades, ambas reformas consideran relevante el máximo logro de aprendizaje de los educandos. En las dos reformas también se concede un rol destacado a los maestros y maestras, como agentes prioritarios en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En la reforma de 2013 se colocó a la escuela como el espacio donde debían confluir los esfuerzos de todas y todos los actores del sistema educativo. Las dos reformas coinciden en la importancia de la equidad e inclusión educativas; no obstante, la reforma de 2019 las establece como uno de sus fines primordiales y agrega en el texto constitucional la integralidad de la educación para todos y el carácter plurilingüe e intercultural de la educación de las comunidades indígenas.

Las “rupturas”…

Aunque en las dos reformas los docentes figuran como agentes clave en los procesos educativos, en la de 2013 se enfatizó la idea de “idoneidad” y “mérito”, para, a partir de ello contribuir al máximo logro de aprendizaje de sus estudiantes. En tanto que en la reforma de 2019 se ha señalado como prioridad que haya una valoración social de los docentes (en parte como consecuencia de la estigmatización sufrida por la reforma anterior, que se ha calificado como “punitiva”). Otra “rutpura” importante se relaciona como los procesos y fines de la evaluación. En la reforma de 2013 se privilegió una evaluación autónoma de los distintos componentes del sistema educativo (incluyendo el desempeño docente), como una condición necesaria (más no suficiente) para alcanzar la calidad de la educación. En contraste, la actual reforma retiró la autonomía al organismo evaluador -y lo reconfiguró- y hoy habla de una evaluación, sin consecuencias laborales para los maestros y más con fines diagnósticos. Otra “ruptura” importante se relaciona con el binomio gobernanza-gobernabilidad: mientras que la reforma educativa de 2013 hablaba de distribuir el peso de los distintos actores del sistema educativo en la toma de decisiones (en un esquema más de gobernanza), la reforma de 2019 ha privilegiado la “paz y tranquilidad” a partir de acuerdos con el magisterio organizado (en un enfoque más de gobernabilidad).  

Este brevísimo contraste entre reformas no supone ni continuidades ni rupturas absolutas. Se necesitan más análisis sobre los resultados y retos de las distintas políticas e intervenciones educativas. Para un análisis a mayor profundidad de las reformas educativa de 2013 y de 2019 consulta el “Apunte de política N°5. Reformas y políticas educativas en México: ¿cuáles han sido los principales ejes y dispositivos de política de las dos últimas reformas?” en el que se encuentra esta Instantánea.