Amplificando Voces

Aprendizaje intensivo en el uso de las tecnologías para ir a tono con la “nueva normalidad”: la experiencia de docentes de educación media superior

En este artículo narramos, a partir de lo que nos compartieron varios docentes de educación media superior que entrevistamos de manera grupal, en junio pasado, el proceso de aprendizaje intensivo en el uso de las tecnologías para poder llevar a sus alumnos la educación a distancia.

Comienza la conversación

Patricia Ganem Alarcón1 y Arcelia Martínez Bordón2

Ciudad de México, agosto de 2020

La contingencia sanitaria actual ha obligado a los docentes a reinventar los medios por los cuales realizan su labor. En los meses de mayo y junio realizamos varias entrevistas grupales con docentes y figuras educativas de distintos niveles para conocer su experiencia de enseñar a distancia. En este artículo narramos, a partir de lo que nos compartieron varios docentes de educación media superior que entrevistamos de manera grupal, en junio pasado, el proceso de aprendizaje intensivo en el uso de las tecnologías para poder llevar a sus alumnos la educación a distancia. 

Queremos señalar que en diversos diálogos que hemos tenido con maestros, hemos constatado como una constante el compromiso que muestran por encontrar nuevas estrategias, o renovar las existentes, para lograr que sus alumnos aprendan. No podría esperarse menos de profesores que abiertamente quieren dialogar sobre la experiencia vivida en estos tiempos de contingencia. 

Realmente han llamado nuestra atención las diversas formas creativas que los docentes han implementado para interesar a sus alumnos por el trabajo, para contactarlos o recuperarlos, especialmente a aquellos a quienes perciben en riesgo de desertar, así como para ayudarlos a enfrentar dificultades específicas de aprendizaje. Al escucharlos compartir a detalle cada uno de los episodios vividos, nos hemos sorprendido y admirado; por ello, no podemos menos que reconocer su esfuerzo y dedicación. Pero, además de aplaudir su trabajo, ha atrapado fuertemente nuestra atención lo que los profesores de Educación Media Superior narran respecto a la manera en que ellos mismos fueron aprendiendo e innovando en el uso de las nuevas tecnologías, para generar el contacto a distancia con sus alumnos.

Ante la pregunta de cuáles son las estrategias que han usado para comunicarse con sus alumnos, la maestra María Elena, quien pertenece al subsistema de Media Superior de Bachillerato General, comentó:

«quiero iniciar mi participación en este diálogo con colegas de este nivel educativo, y de diversos subsistemas, descartando algunos mitos […], que a veces no nos permiten avances como docentes. Los alumnos no son totalmente nativos digitales, lo son en redes sociales, pero no necesariamente en todas las herramientas digitales que se requieren para el aprendizaje […]».

Este comentario que viene de una profesora que tiene a su cargo 10 grupos con 50 alumnos en promedio, lo que sin duda le permite sostener dicha afirmación. Pero, para nosotros, genera una mirada diferente de este tema, ya que cotidianamente se insiste o alerta a los maestros de la ventaja digital que tienen los alumnos. En el mismo hilo de conversación, la maestra María Elena agregó: 

«el trabajar a distancia nos tomó por sorpresa, por la rapidez con la que se dio el cierre, por la velocidad que tomó cuando advertimos que no sería por poco tiempo, y por la capacitación acelerada que tuvimos que tomar para poder utilizar las diversas herramientas. Sin embargo, el reto más importante con el que nos enfrentamos fue que los alumnos utilizaran diversas herramientas para que se diera el proceso de aprendizaje».

Con estos comentarios inició la entrevista grupal en la que participaron docentes de media superior de diversos subsistemas, como el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), Bachillerato General, Escuela Preparatoria, Telebachillerato, Centro de Bachillerato Tecnológico (CBT), Colegio Nacional de Ciencias y Humanidades (CCH) y Colegio de Bachilleres. 

A continuación, sistematizamos los distintos momentos o etapas que nos describieron cada uno de ellos, en que fueron incorporando diversas herramientas para su mejor interacción con sus estudiantes, así como las maneras en las que los alumnos fueron respondiendo a sus sugerencias. La gran lección que advierten los docentes es que, en este proceso, han debido de aprender casi todo desde cero, y que la relación con el alumno para generar aprendizaje, ya no podrá ser la misma. 

La primera etapa tuvo una duración de alrededor dos a tres semanas. Los docentes utilizaron las herramientas que ellos como profesores conocían; el reto que debían enfrentar era dejar trabajo a los alumnos. Narran que en Media Superior tuvieron tiempo de organizar el trabajo para los alumnos, suponiendo que el tiempo para regresar a clases sería breve (consideraron unas tres semanas). En esa primera etapa o momento se utilizaron herramientas básicas para dejar el trabajo y revisarlo, en este caso herramientas que tanto alumnos como maestros habían utilizado antes y dominan, como son la aplicación de mensajería WhatsApp y el correo electrónico. Los maestros aprovecharon para dejar diversos ejercicios, así como investigaciones que propiciaran la profundización de conocimientos. También prepararon a los alumnos para que, tras el regreso a clases, pudieran continuar con nuevos aprendizajes. Los materiales tradicionales, como los libros de texto y los ejercicios impresos, jugaron un papel importante. En esta primera etapa, los alumnos en general respondieron bien, y enviaron sus trabajos. Los ejercicios fueron recopilados por medio de fotografías enviadas por WhatsApp, y la pila de estas fotografías, o correos, se acumulaba y se hacía cada vez mayor. Sin embargo, al finalizar la tercera semana ya se advertía que, por un lado, el periodo de contingencia se alargaría más de lo esperado, y, por otro, que algunas herramientas ya no serían suficientes para seguir acompañando a los alumnos.  

La primera dificultad que enfrentaron fue el uso de los datos de los celulares, ya sea de los alumnos o sus familiares, para enviar los trabajos. Esto es porque no todas las casas tienen computadora, ni conectividad a un servicio de internet. Aun así, las primeras semanas los alumnos y sus familias hicieron el esfuerzo y cumplieron con el trabajo, aunque algunos profesores reconocen que empezaron a perder el contacto con algunos de sus alumnos ya desde la segunda semana.

La segunda etapa comienza en el momento en que las autoridades confirmaron que el periodo de confinamiento se alargaría. Como consecuencia, se ofertaron las primeras herramientas a distancia, como Classroom, plataformas con material ya diseñado para apoyar a algunos contenidos de los programas (plataformas de bibliotecas, de casas editoriales, de librerías, de universidades; plataformas de organizaciones internacionales y nacionales como Derechos Humanos o National Geographic) y plataformas de organizaciones que ya producían programas y contenidos como Teams, Bits Sciences, etcétera. Sin embargo, los docentes reconocieron que la oferta de las autoridades no cubre la necesidad de uso de datos, ni facilita conseguir una computadora y menos terminar con el problema de la conectividad que tienen algunas zonas (incluso urbanas) de nuestro país. Después de la tercera semana, tras el periodo vacacional, la ausencia de algunos alumnos se hizo más evidente, y los maestros tuvieron que utilizar las llamadas telefónicas como medio para contactar y motivar a sus alumnos. También utilizaron el apoyo de algunos de los alumnos para localizar a sus compañeros; con esto se hace más patente la necesidad de integrar a todo el grupo y de utilizar medios tecnológicos que les permitieran contactarlos a distancia por diferentes medios. Por ello, se generaliza el uso de Zoom, Teams, Skype, HangOuts y plataformas similares. 

En esta etapa, los maestros abandonaron la estrategia de dejar ejercicios, y se centraron en encargar resúmenes breves y realizar seguimientos a través de aplicaciones para videollamadas. Los maestros entrevistados consideran que esto generó una nueva relación con sus alumnos, y los jóvenes se sintieron más acompañados, dándose cuenta de la importancia de la comunicación directa y más emotiva. No obstante, estas circunstancias generaron que los maestros “abrieran las puertas de sus casas”, ya que el trabajo incrementó y tenían que combinar trabajo y vida familiar, así como acompañar a sus hijos en su aprendizaje, todo al mismo tiempo. 

En este momento los docentes tuvieron que acelerar más su aprendizaje del uso de plataformas en línea, para que sus alumnos puedan dejar evidencia continua de sus trabajos, por lo que se redujo, en cierto sentido, el uso del correo electrónico y de WhatsApp, para migrar a herramientas como Classroom, Moodle, ATutor, Camilo, Educativa, NeoLems, entre otras, que permiten a los profesores dar retroalimentación a sus alumnos, así como registrar los trabajos y las calificaciones.

La que podría denominarse tercera etapa, comienza cuando los noticieros advirtieron, por la experiencia en otros países, que el ciclo escolar cerraría a distancia y cuando las autoridades educativas finalmente confirmaron que las escuelas no reabrirían sus puertas, y que el ciclo escolar 2019-2020 concluiría a distancia. Esto generó entre los maestros un nuevo cambio: su foco de atención en la evaluación final. 

En este momento los maestros tenían claro que debían llevar a cabo un trabajo muy personalizado de motivación y acompañamiento a los alumnos que, en fases anteriores, estaban más alejados o no habían podido “conectarse”. Los profesores se concentraron en evidenciar los esfuerzos de manera individual, especialmente en el caso de los alumnos que estaban por concluir la Educación Media Superior y planeaban continuar con la Universidad. 

En el siguiente esquema, resumimos las tres etapas comentadas y damos cuenta de las distintas estrategias en el uso de las tecnologías que fueron utilizando los y las maestras para hacer frente a la nueva realidad del proceso aprendizaje-enseñanza.

Etapa

Tiempo calculado

Herramientas utilizadas

Objetivo

Retos enfrentados

Conclusiones de los maestros

Primera etapa:

Enfrentar la emergencia.

Se adelanta el periodo de vacaciones y se suspenden clases.

Dos a tres semanas

WhatsApp

Correo electrónico

Realizar trabajo conocido para los alumnos, básicamente de ejercitación.

Que los alumnos realicen la totalidad de los ejercicios.

Tenían muchos trabajos que calificar y advirtieron que a ese ritmo no podrían cumplir con esta labor y revisar todo el material.

Segunda etapa:

Se prolonga el confinamiento.

Se anuncia que el ciclo escolar se reanudará en el mes de mayo.

Un mes

Llamadas por teléfono fijo o celular

Videollamadas por celular

Crear grupos en WhatsApp y en YouTube

Zoom

Classroom

Materiales digitales (películas, videos, etc.)

Conseguir que se generalice el trabajo entre los alumnos.

Más profundización en los ejercicios que permitan integrar los contenidos.

Emprender el aprendizaje de contenidos nuevos.

Mantener a todos los alumnos contactados y trabajando.

Estaban perdiendo a sus alumnos más vulnerables.

Se hicieron evidentes las diferencias en cuanto al nivel de aprendizaje de los alumnos.

Los maestros no contaban con suficientes herramientas digitales.

Los alumnos que tenían problemas de autogestión en sus aprendizajes agravaron su situación.

Los maestros dieron acceso a su privacidad.

Se disminuyó la cantidad de trabajo asignado, y se centraron en productos más representativos del aprendizaje.

Tercera etapa:

No hay fecha para el regreso.

Se cierra el ciclo escolar (se iniciará el nuevo ciclo escolar). 

Sin tiempo definido

Producción de sus propios materiales

Necesidad de evaluar para cerrar el ciclo escolar.

Preocupación por el cierre y la evaluación.

Los maestros están preocupados por los alumnos de último año escolar, y que van a la Universidad, y aún más por aquellos que no regresarán a 2º. y 3º. curso del nivel.

Los maestros están muy cansados.

Se acentúa la preocupación por los alumnos que no respondieron.

Los maestros nos compartieron que cerraron el ciclo escolar con dos grandes preocupaciones y pendientes: cómo nivelar el conocimiento de los alumnos a su regreso y cómo prepararse para un nuevo cierre en el mes de octubre y noviembre. Con todo, nos dijeron que en este periodo de contingencia han tenido también aprendizajes muy valiosos, pues además del uso de las tecnologías, ocurrieron otras cosas. Varios de ellos coincidieron, por ejemplo, al señalar que cuando su director estuvo cerca, apoyó el trabajo y los dejó realizar su labor, el proceso de acompañamiento a los alumnos se hizo más fácil y avanzaron más rápido. Aprendieron también a escuchar las necesidades de los alumnos. La situación de contingencia hizo a los docentes aprender a escuchar más el avance individual y grupal, a acompañar a los alumnos con diversos niveles de avance y de logro dentro de su mismo grupo, y, como consecuencia, a realizar un trabajo diferenciado.

Escribimos estas líneas como un homenaje a todos y cada uno de los maestros y maestras que en Educación Media Superior (y sus diferentes subsistemas) han acompañado a los alumnos a la distancia. En particular agradecemos a Alicia, Aurelia, Berenice, Edgar Rafael, Erika, Iris Alejandra, Luz María Damián, María Diana, María Elena, María Guadalupe, María Teresa, Martha Ingrid, Norma, Paulo César, Virginia y Yeimi por compartirnos sus experiencias.


1 Doctora en Diagnóstico, Medida y Evaluación de la Intervención Educativa por la Universidad Anáhuac. Secretaria Técnica del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación (CONAPASE) de 2008 a 2016. Directora General de Grupo Loga e integrante del Consejo Ciudadano de MEJOREDU. Correo: pganem.grupologa@gmail.com

2 Doctora en Política por la Universidad de York, Reino Unido. Profesora-Investigadora de tiempo completo en el INIDE de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y Coordinadora del Faro Educativo. Directora General de Directrices para la Mejora de la Educación en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación de 2014 a 2017. Correo: arcelia.martinez@ibero.mx

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