El jueves 29 de abril se llevó a cabo el Foro de construcción del proyecto de investigación-incidencia “Pedagogía de la esperanza y la no violencia: propuesta educativa para la inclusión de los nuevos modelos de familia”, realizado conjuntamente por investigadores e investigadoras del Departamento de Educación, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) y del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (UIA o IBERO). A continuación, se presentan los principales puntos presentados por quienes participan en la investigación, y por las y los especialistas invitados, quienes realizaron aportes para mejorar el proyecto que se encuentra en una etapa de conceptualización y planeación a profundidad.
Manuel López Pereyra, investigador del Departamento de Educación de la IBERO, dio la bienvenida a las y los asistentes, presentó el programa del Foro y comentó que este proyecto tiene un enfoque de investigación e incidencia social. Este proyecto en su primera etapa ha sido financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y existe la posibilidad de ampliar el financiamiento en sus siguientes etapas.
Para iniciar con la discusión de la problemática abordada por este proyecto, Cristina Perales Franco, investigadora del INIDE-UIA, mencionó que la educación que imparte el Estado desde su sistema educativo surge desde y para una forma única de organización y dinámica familiar: la familia tradicional heteronormada. Esto deviene en una exclusión socioeducativa de familias, sujetos, cuerpos y dinámicas que escapan de la heteronorma. Esta exclusión forma parte de otros tipos de violencias que atraviesan a las experiencias familiares, incluidas las directas, culturales y estructurales, y que de diversas maneras configuran las familias.
Perales señaló que, para este proyecto, la familia se entiende como el núcleo de las vidas comunitarias y sociales que también constituye un espacio que vive, produce y reproduce patrones de violencia, discriminación y exclusión, dado su carácter contingente, complejo y contradictorio. Algunas de las cifras que ejemplifican esto último son que 35% de las mujeres en México han sido expuestas a violencia directa e indirecta en sus familias (ENIGH, 2016), y 63% de niñas y niños han experimentado al menos una forma de disciplina violenta en el mes previo al levantamiento de datos (UNICEF, 2019). Sin embargo, la investigadora señaló, muchas de las dinámicas familiares, incluidas aquellas alejadas de la heteronorma, buscan resistir y transformar el medio social violento.
En cuanto al concepto de violencia, Perales dijo que, en el proyecto en cuestión, ésta se entiende como una experiencia colectiva, multifacética y producto de las profundas desigualdades que vive el país, e hizo alusión tres formas distintas de violencia que viven las familias: directa, estructural y cultural. Señaló también que la violencia limita las posibilidades de establecer lazos sociales fuertes y dignos.
A partir de estas concepciones de “familia” y de “violencia” es posible retomar el campo problemático central de este proyecto de investigación-incidencia: las familias y los espacios escolares no sólo pueden ser productores y reproductores de violencia, sino, también, pueden resistir y transformar las prácticas tradicionales que les violentan. Parte de esta posibilidad consiste en generar espacios sociales y comunitarios de inclusión a la variedad de familias que existen en el país; entre ellos, las escuelas son un lugar privilegiado para este proceso de transformación, al conjuntar diferentes familias a través del interés y responsabilidad de la educación de sus hijos e hijas. Es desde esta base que emerge el proyecto: desde la necesidad de abrir los estudios de familia y escuela a otras familias.
En el cierre de su intervención, Cristina Perales comentó que se puede afirmar que las violencias directas, estructurales y culturales median la relación entre las escuelas, las familias y las comunidades, por lo que es necesario que se construyan alianzas sólidas entre familias y escuelas que permitan que las violencias puedan ser prevenidas, identificadas y abordadas de forma oportuna, para construir comunidades de paz y esperanza.
El apartado de análisis sobre las políticas e intervenciones de gobierno ligadas al tema, a cargo de Arcelia Martínez Bordón, investigadora del Departamento de Educación de la IBERO y coordinadora del Faro Educativo, se presentaron algunos de los resultados del análisis inicial del marco normativo, elaborado por Georgina Hermida Montoya y Magnolia Villarroel Caballero, ambas investigadoras de proyectos en el Faro Educativo de la IBERO. En la presentación de dicho análisis, Georgina Hermida puntualizó que el problema público abordado con este proyecto es que el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes que forman parte de familias con modelos parentales diversos se ve constantemente amenazado por la violencia múltiple (exclusión, acoso, discriminación) a la que ellas, ellos y sus familiares se enfrentan en los centros escolares mexicanos, por el hecho mismo de pertenecer a familias no tradicionales.
La complejidad de un problema así, lleva a pensar en soluciones desde la política pública que contemplen tres dimensiones fundamentales: 1) Inclusión o reconocimiento educativo, como dimensión que cobija las otras dos, al tratarse del cumplimiento, específicamente para la población en cuestión, de las cuatro principales obligaciones del Estado respecto al derecho a la educación: asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad (Tomasevski, 2004); 2) Convivencia escolar pacífica, en tanto el derecho de las y los estudiantes de familias diversas a que la escuela y sus alrededores representen un entorno pacífico que promueva su pleno desarrollo; y, 3) Participación social en educación, como el derecho de las y los integrantes de familias no tradicionales a tomar parte activa de las decisiones y acciones vinculadas a la garantía efectiva del derecho a la educación.
Pese a ello, Hermida mencionó que la formulación, la implementación y los alcances de una solución integral al problema público aludido enfrentan retos de diversa índole. Al respecto, dijo que parte de los obstáculos, y también de los avances, en la atención al problema necesitan mirarse, primeramente, en el marco normativo con el que ha operado el sistema educativo mexicano. Para ello, resumió, se realizó un primer ejercicio de mapeo y análisis de 39 instrumentos normativos (17 internacionales y 22 nacionales) que han fungido como marco general de la educación en México durante el periodo 2012-2018 y el sexenio actual —en tanto momentos de importante reconfiguración de la política educativa nacional—, poniendo el foco en las tres dimensiones mencionadas previamente.
A continuación, se recupera el cuadro base utilizado por el equipo de políticas públicas para presentar sus avances en la identificación de los aciertos y vacíos en el marco normativo; análisis que se profundizará en futuras etapas del proyecto, y que incluirá un mapeo de los programas e intervenciones educativas que existen para atender a las familias diversas.
Cuadro 1. Aciertos y obstáculos del marco normativo mexicano para la inclusión-reconocimiento educativo, la convivencia escolar pacífica y la participación social en educación de las familias diversas.
Dimensión | Aciertos | Obstáculos |
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Inclusión educativa | Nacional e internacional Internacional
Nacional
|
Nacional e internacional Internacional
Nacional
|
Convivencia escolar pacífica | Nacional e internacional
Nacional
|
Nacional e internacional
Internacional
|
Participación social en educación | Nacional e internacional
Internacional
Nacional
|
Nacional e internacional
Internacional
Nacional
|
Posteriormente, Manuel López, Cristina Perales, Carolina Armenta, y Arcelia Martínez, presentaron someramente la delimitación, los fines últimos y el horizonte de este proyecto. Se explicó que el objetivo general de investigación-incidencia es sistematizar las experiencias socioeducativas de familias diversas (homoparentales, reconstituidas, de madres o padres solteros, extensas, de adopción), con el fin de formular una propuesta pedagógica, de formación y de política pública para la inclusión y el reconocimiento de familias diversas, y para la erradicación de las violencias.
Este objetivo se desdobla en otros dos propósitos centrales: uno de investigación y uno de incidencia. En cuanto al de investigación, se busca analizar las experiencias socioeducativas de familias diversas con el fin de identificar acciones de política pública y prácticas sociales y escolares, de exclusión o de inclusión, que incidan en la reproducción o aumento de la violencia, o en su transformación pacífica. En lo que respecta al objetivo de incidencia, se trata de formular una propuesta pedagógica de formación, que eventualmente pudiera escalarse a una intervención de política pública, para la inclusión y reconocimiento integral de familias diversas, que desarrolle conocimientos, habilidades y actitudes para promover la erradicación de las violencias que experimentan estas familias.
El proyecto en curso plantea tres metas generales: 1) Analizar las experiencias socio-escolares de familias diversas; 2) Identificar la manera en que se generan o reproducen violencias, o, al contrario, se transforman y se construye paz; y, 3) Desarrollar una propuesta de pedagogía de la esperanza entre familias y escuelas que potencie el desarrollo de estudiantes y de la comunidad educativa en general, como agentes de paz.
La pedagogía de la esperanza constituye el marco que se quiere construir para este proyecto. Es importante mencionar que se le entiende como una pedagogía comunitaria que relaciona familias, escuelas y sociedades ampliadas; que pone al centro a las y los estudiantes, y a sus familias, bajo la figura de agentes de paz; que combate la discriminación y la exclusión; y que contribuye a la transformación social hacia la paz con justicia y dignidad, al impulsar la reflexión, la concientización, el compromiso y la colaboración.
También se consideró relevante decir que el proyecto de investigación-incidencia no pretende imponer una forma única y absoluta de construir paz, de trabajar la violencia y de integrar a las familias diversas en los espacios escolares, sino que, pretende arrojar luz con propuestas y abrir el diálogo entre diversos actores, de forma que las intervenciones mismas sean construidas en conjunto con las familias y las comunidades escolares, en un esquema de investigación-acción colaborativa.
Es por esto que se tienen previstas diversas etapas de desarrollo para el proyecto, y, en el caso específico de la práctica, primero se hará un acercamiento exploratorio a una muestra de escuelas, para después escalar las intervenciones a otra muestra en donde tales prácticas puedan ser de utilidad; además del objetivo transversal de emanar de la realidad tangible y del análisis a profundidad, propuestas para construir una política pública que tenga como foco la atención específica a la diversidad familiar en el derecho a la educación.
Cabe hacer mención de que la dinámica del Foro incluyó dos momentos específicos de diálogo colaborativo con otros y otras especialistas invitadas: uno después de presentarse el análisis inicial del problema de investigación-incidencia, y otro durante la presentación de los objetivos y acciones puntuales a desarrollarse en el proyecto. Las y los especialistas convocados fueron Claudia Arufe (ITESO), Cimenna Chao (UIA), Ignacio Lozano (UPN), Humberto Rivera (MEJOREDU), Úrsula Zurita (FLACSO México) y Lourdes Pacheco (Cien Lenguajes del Niño AC), mientras que los puntos principales que mencionaron como sugerencias para seguir construyendo el proyecto son los siguientes:
- Profundizar en la caracterización de las familias para encontrar el adjetivo que resulte más apegado al reconocimiento que aquéllas hacen de su propia identidad: ¿Se trata de familias no tradicionales? ¿Son familias diversas? ¿Puede haber familias fuera de la heteronorma? ¿Podría decirse que, más bien, que resisten la heteronorma? ¿Con qué término se reconoce a la mayor cantidad de las familias?
- Pensar si se escogen ciertos tipos de familia o se explora todo el espectro; ambos caminos tienen pros y contras.
- Reflexionar sobre la denominación y conceptualización de las aspiraciones de política educativa para esta población: ¿Se quiere inclusión o reconocimiento? ¿Qué se busca con la convivencia? ¿Qué aspiraciones están quedando fuera?
- Decidir los criterios para seleccionar una muestra que pueda ser útil a los propósitos de la investigación y a la transformación esperada de la misma.
Entre las preguntas pendientes de este ejercicio de análisis y en las que se irá profundizando a lo largo de la investigación, el Faro considera como fundamentales las siguientes:
- ¿Cómo construir una propuesta de política educativa, cuyo ciclo (entrada en la agenda, formulación, implementación y evaluación-seguimiento) responda a las necesidades e inquietudes de los diversos actores involucrados en las dinámicas escolares: figuras materno-parentales diversas, figuras directivas, docentes, estudiantes, etcétera?
- ¿Cómo construir una vigilancia epistemológica que considere continuamente, tanto en lo teórico, como en lo práctico, las desigualdades en intersección de las familias no tradicionales o diversas?
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