Fines perseguidos
El objetivo general fue utilizar una actividad lúdica como auxiliar para resolver operaciones de números racionales de manera más sencilla. Como objetivos específicos se plantearon: i) Identificar las equivalencias de diferentes números racionales a través del juego de dominó fraccionador; y, ii) Aprender a utilizar herramientas auxiliares en la resolución de diferentes sumas y restas de fracciones con diferente denominador.
Puntos clave de la práctica
Esta experiencia puede considerarse una buena práctica porque las y los niños desarrollaron el gusto por utilizar un lenguaje matemático para expresar y compartir sus resultados. Sobre todo, desarrollaron un concepto positivo de ellos mismos como individuos que utilizan este lenguaje con más facilidad. Además, emplearon diversas formas para obtener resultados y fórmulas para mostrar soluciones, pero realizando esta estrategia lúdica para verificar los conocimientos adquiridos.
La actividad más exitosa fue el juego de dominó en equipos porque, al igual que en otras ocasiones, jugamos pero esta vez cada uno de los equipos fue más participativo. Las y los alumnos identificaron las fracciones mixtas, comunes, equivalentes, números primos y sumas.Asimismo, se mostraron ansiosos por contestar a los cuestionamientos, felices por participar en el juego y por tener en la mente las diferentes respuestas. Lo más relevante de esta sesión fue la etapa de retroalimentación porque en ella se promovió un proceso reflexivo en el que las y los alumnos hicieron inferencias y comenzaron a realizar abstracciones sobre procesos matemáticos. Aunado a ello, se observó una comprensión más sólida y argumentada en sus presentaciones orales.
Los actores involucrados son esenciales para la implementación de esta buena práctica. Las familias, sobre todo las madres, fueron el gran apoyo y guía para sus hijos e hijas porque constantemente los motivaron para continuar con el trabajo y para seguirse esforzando. Las y los estudiantes, por su parte, participaron con su empeño, compromiso y esfuerzo en la elaboración del dominó fraccionario y en el desarrollo de las actividades.
Por último, el docente fue fundamental porque identificó las necesidades que manifestó el grupo para resolver problemas aditivos con números fraccionarios o decimales, y adaptó un juego clásico cómo el dominó para generar mayor interés en los estudiantes. Cabe destacar que en la zona escolar el proyecto PROEDUCACIÓN realizó cursos y talleres que apoyaron a los docentes a diseñar estrategias para trabajar con números racionales.
Principales cambios observados
Gracias a esta práctica las y los estudiantes mostraron mejoras en el uso del conocimiento aprendido, demostraron avances en resolver sumas y restas de fracciones con igual y diferentes denominadores, comprendieron y utilizaron los conceptos referentes a los números fraccionarios y decimales, así como números primos. También reconocieron las fracciones simples, mixtas y compararon las fracciones equivalentes. Además, desarrollaron la capacidad de reducir fracciones simples o mixtas y resolvieron problemas de fracciones.
Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
- Promover que los alumnos busquen por su cuenta la manera de resolver los problemas que se les plantean, mientras el docente observa y cuestiona a los equipos de trabajo. Esto se recomienda para conocer los procedimientos y argumentos que se ponen en práctica, para aclarar ciertas dudas, para darle fluidez a sus procesos mentales y lograr que las y los alumnos puedan avanzar.
- Fomentar el análisis de los problemas matemáticos por parte de las y los estudiantes. Muchas veces los estudiantes obtienen resultados diferentes que no son incorrectos, sino que corresponden a una interpretación distinta del problema. Por lo tanto, es necesario averiguar cómo interpretan la información que reciben de manera oral o escrita.
- Promover que las y los alumnos aprendan a trabajar de manera colaborativa. Ello es importante porque desarrollan habilidades argumentativas y les ofrece la posibilidad de expresar sus ideas y de enriquecerlas con las opiniones de los demás.
- Brindar a las y los niños la oportunidad de aprender a resolver diferentes tipos de problemas matemáticos, a formular argumentos, a emplear distintas técnicas en función del problema que se trata de resolver, y a usar el lenguaje matemático para comunicar o interpretar ideas. Por ejemplo, averiguar si los procedimientos o resultados, propios y de otros son correctos o incorrectos.
- Fomentar que las y los alumnos aprendan a escuchar a los demás y respeten las ideas de otros, siendo el maestro un mediador que organiza la dinámica para que cada alumno opine.
- Respetar las características y personalidades de las y los alumnos como parte de su identidad y diversidad.