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Nota informativa N°14

El 24 de septiembre de 2021 se celebró la segunda sesión del Seminario de Política Educativa Faro-ODEJ con el objetivo de presentar y discutir los resultados de la investigación: “¿Qué aprendimos en la escuela durante este año de pandemia?”. En esta sesión se contó con la participación de Luis Medina Gual, Hilda Patiño Domínguez, Arcelia Martínez Bordón y Miguel Ángel Rivera Navarro, además de Sylvia Schmelkes del Valle, quien comentó los hallazgos del estudio, y Mercedes Ruiz Muñoz, que fungió como moderadora.

Comienza la conversación

El 24 de septiembre de 2021 se celebró la segunda sesión del Seminario de Política Educativa Faro-ODEJ, cuyo propósito fue presentar los resultados de la investigación “¿Qué aprendimos en la escuela durante este año de pandemia?”. 

La investigación fue presentada por el equipo de investigadores a cargo del proyecto: Luis Medina Gual, coordinador del estudio y coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación; Hilda Patiño Domínguez, directora del Departamento de Educación de la IBERO Ciudad de México; Arcelia Martínez Bordón, coordinadora del Faro Educativo e investigadora en el Departamento de Educación, y Miguel Ángel Rivera Navarro, estudiante del Doctorado Interinstitucional en Educación de la IBERO. Se contó también con la participación de Sylvia Schmelkes del Valle, Vicerrectora Académica de la IBERO CDMX, quien comentó los hallazgos del proyecto, y de Mercedes Ruiz Muñoz, coordinadora del Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia e investigadora del Departamento, que fungió como moderadora de la sesión. 

La sesión fue introducida por Mercedes Ruiz Muñoz, quien presentó a las y los participantes y encuadró la sesión en el Seminario señalando que este espacio es un proyecto de análisis y diálogo sobre el estado actual de la educación en México

Enseguida, Luis Medina Gual guio las intervenciones del Seminario, destacando que el título de esta investigación es un tanto provocador porque alude, tanto a los que sí se aprendió, como a lo que no, durante la pandemia. En este sentido, destacó que la mayor parte de los aprendizajes que se lograron durante este año de pandemia sobrepasan los curriculares, sin que deje de ser importante su seguimiento para hablar de los resultados del sistema educativo.

Hilda Patiño hizo referencia a que los antecedentes de este proyecto se relacionan con la desaparición de las pruebas PLANEA que realizaba el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), que medían los niveles de aprendizaje de las y los alumnos de la educación básica y media superior, y que dejaron de aplicarse como consecuencia de la reforma educativa de 2019 que desapareció al Instituto. Patiño señaló que esta decisión de política pública y la implementación de la estrategia televisiva “Aprende en Casa”, como resultado del confinamiento derivado de la pandemia por covid-19 en marzo de 2020, colocaron al sector educativo en incertidumbre, estimando una pérdida de aprendizaje más pronunciada pero inmedible, ya que no se cuenta con datos oficiales. Así, señaló, el propósito del proyecto fue retomar las evaluaciones en los campos disciplinares de Matemáticas, Lenguaje y comunicación, y los cuestionarios de contexto del INEE y la SEP, ajustarlos, complementarlos, y contar con más información sobre los logros del aprendizaje durante este tiempo de contingencia. 

Para ello, se evaluaron tres grados de la educación obligatoria en el país: sexto de primaria, tercero de secundaria y tercer grado de educación media superior, buscando dar elementos de diagnóstico a las escuelas y a las entidades federativas participantes para que, a partir de esta investigación, puedan conocer el logro de los aprendizajes de sus estudiantes y tomar decisiones. También, indicó, se les invitó a participar en la aplicación de una prueba experimental sobre habilidades socioemocionales que se construyó a partir de casos, la cual se aplicó con estudiantes que cursan desde tercero de primaria hasta tercer grado de media superior. Aunado a ello, mencionó que entre los beneficios que se ofrecieron a los participantes destacó el obtener de manera automatizada los resultados de las pruebas de manera individual por estudiantes o bien, de manera institucional por escuelas. A manera de cierre señaló que la aplicación fue gratuita y que el proyecto contó con financiamiento del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE).

En su turno, Miguel Ángel Rivera Navarro y Luis Medina Gual expusieron ciertas precisiones metodológicas del proyecto. Medina Gual, coordinador del proyecto, destacó que, a pesar de las dificultades técnicas, se aplicaron más de medio millón de pruebas. También señaló que, si bien la aplicación se realizó por un medio electrónico, hubo dos entidades que tuvieron aplicaciones en papel, de manera presencial. Al respecto, recordó que en una investigación siempre habrá elementos de sesgo y, en este caso, no se contó con población que no tuviera acceso a internet. Aunado a ello, señaló que se partió de la honestidad de las y los participantes, no obstante, se incluyeron algunas preguntas intercaladas de validación que permitieron corroborar si las respuestas fueron respondidas al azar o si contaban con algún otro tema psicométrico a considerar, permitiendo al equipo de investigación reducir la muestra a 431,568 pruebas en total.

En este orden de ideas, Rivera Navarro destacó que entre los primeros hallazgos de la exploración de los cuestionarios de contexto se observa que:

  • Para las figuras directivas de las escuelas, la principal necesidad de capacitación es respecto al uso de herramientas tecnológicas, en tanto que, para las y los docentes son las habilidades socioemocionales.
  • Las mayores preocupaciones de las y los directores, docentes y estudiantes sobre el regreso a clases fueron el abandono escolar, la pérdida de aprendizajes y la salud física y emocional de las y los estudiantes.
  • 8 de cada 10 estudiantes necesitan acceso diario a internet para realizar sus tareas escolares; sin embargo, 60% reportó tener problemas con su conexión a internet.
  • 6 de cada 10 estudiantes de primaria y media superior mencionaron que el apoyo de las familias en las actividades escolares aumentó a partir de la contingencia. En secundaria, la cifra fue 4 de cada 10 estudiantes.
  • 49% de los estudiantes manifestaron su necesidad por volver a clases presenciales.

Posteriormente, Medina Gual presentó de manera general los hallazgos de las pruebas, cotejando los resultados curriculares con las respuestas de los cuestionarios de contexto y anticipando las diferencias en los resultados a partir de: 1) el tipo de sostenimiento público (85%) o privado (15%) de las escuelas en las que están inscritos los estudiantes que presentaron las pruebas, con una diferencia a favor de aquellos inscritos en escuelas privadas; 2) el horario matutino o vespertino, con una diferencia a favor del turno matutino; 3) el sexo de las y los estudiantes, teniendo los hombres mayores puntajes en lo relacionado con el pensamiento algebraico y las mujeres en lenguaje y la comunicación, dejando a ambos sexos con resultados similares en las habilidades socioemocionales; 4) el contexto de las y los estudiantes, con mejores resultados entre quienes viven en zonas urbanas. Entre los hallazgos se destaca que la variable de uso de la estrategia “Aprende en casa” no resultó relevante en los resultados de aprendizaje. Por el contrario, el nivel de certeza de abandono o continuación de los estudios en los tres niveles educativos -primaria, secundaria y media superior- sí se relaciona con el promedio de aciertos en las pruebas: aquellos estudiantes que decían tener una mayor certeza de abandono escolar tuvieron menores puntajes en sus pruebas de aprendizaje. 

Finalmente, Arcelia Martínez Bordón destacó que se realizaron amplias convocatorias para invitar a las familias, directivos, docentes y estudiantes a participar en el ejercicio de evaluación. Además de resumir los principales hallazgos del ejercicio de evaluación, comentó que aún se tiene pendiente hacer un análisis más fino y exhaustivo de los cuestionarios de contexto aplicados, a fin de identificar más elementos o factores de las familias y las escuelas que ayuden a explicar los aprendizajes alcanzados. Hizo hincapié en que la información recabada en este ejercicio puede ayudar a las escuelas y a las autoridades de las entidades federativas participantes a tomar mejores decisiones, lo cual fue uno de los objetivos prioritarios del proyecto. 

En su participación, Sylvia Schmelkes del Valle agradeció la invitación para comentar los hallazgos y celebró esta investigación, ya que, dijo, desde 2018 no se evaluaban los aprendizajes en la educación básica y media superior. Asimismo, destacó la medición de las habilidades socioemocionales, señalando que estas se vieron afectadas como consecuencia de la pandemia. 

Mencionó que a pesar del formato remoto de la prueba —que no permitió asegurar las mismas condiciones de aplicación y control para todas y todos—, las preguntas de control y de validación sirvieron, en la medida de lo posible, para brindar un parámetro confiable. Aunque, dijo, se debe considerar el sesgo a la alta de los resultados a la hora de leer la información recabada. 

También resaltó que, a pesar de la contingencia y de no haber tenido una muestra representativa, el estudio sí representa adecuadamente a subgrupos importantes de la población, por ejemplo, la relación entre escuelas públicas y privadas o el contexto rural y urbano, que se acercan lo suficiente a la proporción real de México. Adicionalmente, destacó que es la primera vez en la historia de las evaluaciones que se aplica una prueba simultánea en los tres niveles educativos, lo cual resulta de interés porque se puede generar una comparativa inédita de los tres tramos escolares, explicando las diferencias en los resultados. 

Respecto a los hallazgos, enfatizó la preocupación por el abandono escolar, que puede llevar a nuestro país a un retroceso de varios años en el avance hacia la universalización de la educación obligatoria. La Vicerrectora hizo hincapié en la urgencia de recuperar a las y los alumnos que han abandonado la escuela, mediante políticas educativas intersectoriales y reiteró la necesidad de reflexionar y reconocer los problemas socioemocionales consecuentes de la situación pandémica actual. 

Schmelkes finalizó su intervención señalando que estos hallazgos son preliminares de datos que se pueden seguir explotando, como una aproximación al impacto de la pandemia en la educación. Señaló que el objetivo es que los estados participantes los utilicen para definir políticas educativas, considerando que la información recabada no es para tomar decisiones sobre individuos o para propiciar consecuencias, sino para saber cómo está el país, las entidades federativas y los centros escolares, así como para identificar dónde se necesitan ubicar más apoyos, en qué áreas y quiénes están teniendo mayores dificultades. Este tipo de pruebas, dijo, representa un termómetro que, si se aplica con periodicidad, permite tener una idea sobre el estado y desarrollo de los aprendizajes de las y los estudiantes, y contribuye a generar conocimiento valioso para diseñar los mecanismos necesarios de política educativa. 

A partir de los resultados presentados y de la discusión ocurrida en la segunda sesión del Seminario Faro-ODEJ, desde el Faro Educativo esbozamos algunas preguntas para la reflexión: 

  • Con base en las vivencias derivadas de la pandemia por covid-19, ¿qué puede hacer la escuela para preparar a las y los estudiantes para resolver problemas de la vida diaria? ¿Qué se puede hacer, desde la política educativa, para desarrollar habilidades socioemocionales fundamentales como la resiliencia?
  • ¿Cómo construir una evaluación, entendida como una medida para la mejora, que nos ayude a replantear y reformular la manera en la que hemos venido aprendiendo y enseñando? ¿Por dónde se necesita y puede comenzar?
  • ¿Qué otras acciones o intervenciones de gobierno, más allá de “Aprende en Casa”, se necesitan implementar para responder a las necesidades reales de las y los estudiantes?
  • ¿Qué tipo de políticas intersectoriales es necesario desarrollar? ¿Cómo pueden contribuir a ello la sociedad civil y la academia?
  • ¿Por dónde empezar a romper el círculo vicioso de la desigualdad y el reduccionismo educativo que nos aqueja por generaciones y que se ha acentuado con la pandemia? 
  • ¿Cómo construimos prácticas más equitativas que respondan a las necesidades de las y los estudiantes, que incorporen aspectos más humanos y que no estén únicamente enfocadas en el logro académico, en un contexto tan diverso como es el mexicano?

Las y los invitamos a seguir nuestras redes sociales para estar al tanto de las siguientes sesiones del Seminario de Política Educativa Faro-ODEJ. También los invitamos a leer la nota informativa de la primera sesión del Seminario, en donde se habló sobre la situación que guarda la garantía del derecho a la educación en México y las decisiones de política pública que pudieran apuntalarlo o vulnerarlo: https://faroeducativo.ibero.mx/2021/09/13/nota-informativa-n13/ 

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