El 25 de noviembre de 2021 tuvo lugar la cuarta sesión del Seminario de Política Educativa Faro-ODEJ, esta vez con el tema: “La Estrategia Nacional de Educación Inclusiva”. La sesión inició con las palabras de bienvenida de Alejandra Luna, quien moderó la sesión y con una breve introducción de Arcelia Martínez Bordón, quien mencionó que el objetivo de los seminarios de política que organiza el Departamento de Educación de la IBERO es tener un espacio de discusión y reflexión permanente sobre temas de política educativa de coyuntura.

En esta ocasión, se reflexionó sobre las posibilidades que ofrece la Estrategia Nacional de Inclusión (ENI) para avanzar en el acceso, permanencia, aprendizajes y participación de niñas, niños y adolescentes (NNA) del Sistema Educativo. La Estrategia Nacional de Educación Inclusiva (ENEI), pretende transformar el actual Sistema Educativo Nacional (SEN) en un sistema inclusivo, flexible y pertinente.

Martínez Bordón comentó que el documento rector de la ENEI señala que existen tres tipos de barreras para el aprendizaje. 1) Estructurales, resultado de un sistema que ha normalizado la exclusión y la desigualdad social; 2) Normativas, que se derivan de leyes, lineamientos, disposiciones administrativas y políticas; y, 3) Didácticas, aquellas que surgen en las prácticas educativas y cotidianas del entorno escolar. En este sentido, dijo, la ENEI es muy ambiciosa y requiere un trabajo a largo plazo, no solo de los próximos tres años.
Al respecto, Leslie Serna señaló que la ENEI muestra una visión articulada de la concepción de la educación inclusiva. La resumió como un proceso transformador basado en el derecho a la educación, que respeta, valora y fortalece la diversidad. La ENEI, dijo, pretende responder con equidad a las y los estudiantes, así como, implementar acciones para prevenir y reducir las barreras de aprendizaje.
La ENEI plantea cuatro clasificaciones de las barreras de aprendizaje: culturales, materiales, normativas y didácticas. Serna mencionó que la UNESCO apoyó en la elaboración de un diagnóstico inclusivo de barreras para el aprendizaje, la participación, las políticas y el presupuesto. El diagnóstico incluyó, de manera específica, a las poblaciones más vulneradas, con la intención de identificar el rezago educativo, las brechas de aprendizaje e inequidad.
Para Serna es preocupante la falta de información en el sector educativo sobre el progreso en términos de aprendizaje de las NNA con discapacidad y aptitudes sobresalientes, bajo desempeño de las escuelas para migrantes, falta de información sistematizada de las barreras para estudiantes retornados, falta de conocimiento sobre los efectos que producen las discriminaciones étnico-racionales y sexo genéricas, entre otras. Asimismo, comentó que es muy importante hacer una revisión detallada de políticas que respondan a detalle a las necesidades específicas de las poblaciones más vulneradas.
Por otro lado, Gabriela Tamez mencionó que la educación es el principal detonador para transformar e impulsar el país, por lo que es fundamental hablar de inclusión y equidad. A partir de la definición del Art. 3º Constitucional, dijo, se propone la existencia de la Estrategia Nacional de Educación Inclusiva. Tamez dijo que es necesario transformar el SEN de forma positiva, inclusiva, pertinente y equitativa para atacar las barreras de aprendizaje y así, tener un sistema educativo pertinente para todas y todos.
Mientras tanto, Reina Zepeda narró experiencias de trabajo con estudiantes que enfrentan barreras de aprendizaje. Dijo que es necesario hacer juego entre las políticas, la cultura y las prácticas inclusivas -se necesita identificar cuál es el apoyo que requieren las y los estudiantes para mejorar y priorizar los aprendizajes significativos y fundamentales-.
Mercedes Ruiz resaltó que es importante conceptualizar la educación inclusiva y abrir el asunto a la población indígena, migrantes, educación de adultos, mujeres, así como a todos los grupos en situación de vulnerabilidad o exclusión educativa. Para Ruiz, la pandemia marcó grandes desigualdades educativas, en este sentido, la política educativa debe priorizar a la población que no tuvo acceso a Internet. Ella mencionó que no solo la escuela es la institución de la construcción de saberes, sino que en la familia y en la vida misma se construyen otro tipo de conocimientos. ¿Cuáles son las grandes inequidades educativas?
Desde la perspectiva del derecho a la educación, Ruiz comentó que es necesario hacer un análisis retrospectivo de las políticas educativas y entender cuáles son las grandes inequidades educativas. Mercedes Ruiz dijo que en el Art 3º se sostiene que la educación es para todas y todos. Es decir, no se está iniciando desde cero, en cuanto a la educación inclusiva pues ya existe un esfuerzo de años anteriores, que no se reduce a las personas con discapacidad y que ha buscado traducirse en políticas de equidad -aquellas políticas que han enfatizado su atención en niñas y niños migrantes, jornaleros, indígenas, mujeres y demás grupos vulnerados-.
Mencionó que, aunque han existido esfuerzos en años anteriores, el derecho a la educación y la inclusión educativa sigue siendo una tarea pendiente. Existe un gran avance normativo, sin embargo, en las escuelas la dinámica es diferente. Resaltó el esfuerzo por parte de las y los docentes por el acompañamiento hacia sus estudiantes, sin importar la situación en la que estos se encuentren. Para ella, es esencial articular lo que sucede en la escuela con las normas y reformas educativas para que las y los estudiantes se sientan acogidos, seguros y felices en las escuelas. Ruiz concluyó su participación con la siguiente frase: “no solo el derecho a la educación tiene que ver con el derecho a la escuela, sino el derecho de aprender dentro y fuera de escuela”.
Por otra parte, Arcelia Martínez Bordón mencionó que el trabajo que se hizo con UNESCO sobre el diagnóstico es muy valioso porque recoge el trabajo de directrices realizado por el INEE y abona a sistematizar lo que se hizo por años en el eje de inclusión. Martínez Bordón también enfatizó que las políticas en México han estado fragmentadas y que no se puede resolver un problema de enorme magnitud, como es la falta de inclusión, si no se tienen acciones diferenciadas y complementarias; además de que es necesario seguir generando información, así como evaluaciones de aprendizajes, escolares, de currículum y políticas. Señaló que debemos comenzar a trabajar de una manera distinta a partir de la pandemia, pues hoy es más que evidente que es urgente conectar las políticas con la escuela.
La ENEI, dijo, apuesta por un trabajo intersectorial, que implica tener políticas coherentes; coherencia interna, coherencia entre políticas y coherencia entre espacios de políticas. Para dar fin a su retroalimentación invitó a las participantes a reflexionar sobre lo que se puede hacer para conectar lo que ocurre o se dibuja a nivel de las políticas con lo que ocurre en las escuelas.
Ante esta propuesta, la maestra Reina Zepeda comentó que se debe identificar la parte presupuestal y evaluar aquello que es prioritario, además de entender cuáles son las líneas y estrategias sugeridas para darles vida en los estados, así como en las localidades para aterrizar en proyectos claros, proyectos definidos y evaluables que tengan que ver con acciones interinstitucionales y acciones propias de cada uno de los sectores para que se pueda realmente poner al centro la inclusión.
Gabriela Tamez mencionó que, sin importar la versión de la ENEI, esta tendría que ser más que un marco de trabajo, por lo que es necesario tener un marco conceptual que organice y defina las grandes ideas y políticas para que lleven a cabo a través de otros instrumentos. La estrategia, dijo, no es la que va a resolver los problemas de la inclusión, ya que los tomadores de decisiones necesitan, además, algo instrumental, por lo que la estrategia tiene que generar un marco de gobernanza que pueda contar con muchas salidas a nivel de política pública, federal, nacional y estatal.
A manera de cierre, Alejandra Luna mencionó que fue una sesión que tuvo el sello muy claro, tanto del Faro Educativo como con la idea de tender los puentes entre política, práctica e investigación, y también el sello del derecho a la educación y la justicia que es visibilizar esos huecos y puntos a cubrir en el Sistema Educativo.
Algunas preguntas para la reflexión son:
- ¿Qué se puede hacer para no repetir patrones de exclusión y minimizar o normalizar acciones y actitudes que no son incluyentes? ¿Cómo podemos incluir los temas de inclusión como una filosofía de vida, sin asumir un rol “rescatador”?
- ¿Qué le toca a la autoridad, qué a la escuela, qué a la sociedad civil organizada y qué a la academia para avanzar en el diseño e implementación de una educación inclusiva?
¡Acompáñanos a observar (y a discutir) las políticas educativas!