Blog del Faro

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Involucramiento y participación de los padres a través del modelamiento docente en el nivel preescolar

En este documento, la profesora Mónica del Rocío Navarro Martínez, docente de un jardín de niños de la ciudad de León Guanajuato presenta cómo, a partir del cambio abrupto que nos trajo la pandemia, surge la necesidad de reestructurar y replantearse la forma de planear, guiando e involucrando a los padres de familia de forma activa en el desarrollo de las actividades en casa para el logro de los aprendizajes de los niños del nivel preescolar. Se trata de una buena práctica en la categoría “Innovaciones didácticas”, como parte del ejercicio de sistematización de buenas prácticas de docentes en pandemia, encabezado por Grupo Loga, el Faro Educativo de la IBERO, Proeducación, Pauta y Renaced, y cobijado también por la Red de Mujeres Unidas por la Educación.

Comienza la conversación

Mónica del Rocío Navarro Martínez
Docente del Jardín de niños
“Carmen Ramos del Río”
León Guanajuato

Ubiquemos la buena práctica

Categoría: Innovaciones didácticas
Nivel y modalidad educativa: Preescolar
Grado escolar: 2°
Turno: Matutino

Fines perseguidos

La pandemia vino a revolucionar la forma en que planificábamos nuestras clases y cómo aplicábamos las actividades día a día en las escuelas. Con el inicio del ciclo escolar 2020-2021, y sabiendo que el trabajo en las aulas tendría que esperar, surge la necesidad de analizar y rediseñar la forma de dar clases, con la finalidad de que los alumnos del segundo grado de preescolar del Jardín de niños Carmen Ramos del Río, de la ciudad de León Guanajuato, ubicado en una zona urbana, adquieran los aprendizajes esperados a través de las actividades que se aplicaban, trasladando la enseñanza a un formato en casa. Por lo anterior, fue más que claro que era un elemento prioritario el hacer partícipe a las familias en el desarrollo del alumno, otorgando el acompañamiento pertinente con el uso de diversas herramientas tecnológicas en la modalidad a distancia, para asegurar el cumplimiento de los aprendizajes. El objetivo general es facilitar en los padres de familia estrategias de enseñanza por medio del acompañamiento pedagógico, favoreciendo los aprendizajes esperados. El objetivo específico es Diseñar actividades de forma clara y puntual para que los padres de familia las repliquen en casa, a través de diversas herramientas para que los alumnos alcancen los aprendizajes esperados.

Puntos clave de la práctica

“Muchas veces los padres solo tienen como referencia la educación que ellos recibieron y, por ende, esperan que la educación que reciban sus hijos sea semejante a la suya” (Educación preescolar, plan y programas de estudio, P. 47). Uno de los grandes retos es generar un cambio en las ideas que tienen los padres de familia sobre el nivel preescolar y la forma adecuada al intervenir con los niños para que logren sus aprendizajes. La educación de cada familia será el marco de referencia con el cual construya y dirija la educación de sus hijos, cada elemento, cada aprendizaje significativo, sea positivo o negativo en su vida, encaminará y marcará el punto de referencia con el cual educar. Cuando se observaban los videos que los cuidadores enviaban como evidencia de las actividades realizadas en donde eran ellos quienes resolvían lo que se les pedía o se observaba sólo como espectador al alumno, se les brindaba una retroalimentación acompañada de ejemplos claros sobre cómo podrían apoyar de manera adecuada a los niños.

Como docentes, sabemos la importancia que tienen las familias en el desarrollo de sus hijos. Lev Vigotsky (Rusia, 1896-1934) El hogar ha sido fundamental desde siempre para el aprendizaje de los niños y ahora, con la pandemia, el peso de la enseñanza recae en ellos, no sólo para la adquisición de hábitos y normas sociales, sino también, en la parte de los conocimientos que se abordan en la escuela. Los papás no siempre cuentan con las herramientas pedagógicas del docente y el contexto en el que se encuentran nuestros alumnos puede marcar una brecha o un trampolín para que aprendan. Un reto interesante fue identificar que el cuidador mismo tenía su propia zona de desarrollo próximo (ZDP) lo cual hacía complicado que en cada hogar se implementara de forma óptima las indicaciones que el docente facilitaba, por ello, el papel del docente no era sólo de enviar una actividad fuera o no entendida por otros, sino primeramente, conocer y considerar cuáles son las condiciones de cada pupilo y así detectar qué familias podían avanzar sólo con una guía y quiénes requerían de un acompañamiento dirigido para que todos alcanzaran los aprendizajes que en cada situación se pretendían lograr. Cada proceso pedagógico lleva sus pasos específicos y sus objetivos, sus alcances e inclusive, sus limitaciones, y es de suma importancia que los elementos que estén frente a grupo cumplan con las exigencias más mínimas. Era necesario reconocer los alcances y realidades del cuidador, pero también, buscar alternativas de intervención y fue por lo que educar para educar (educar para enseñar u orientar para educar) se volvió parte del arte docente.

Se optó por seguir las herramientas de diferentes procedimientos ya estandarizados, entre estos, la microenseñanza y el aprendizaje acelerado, cuyo método lleva a cada elemento no sólo a saber el cómo y el para qué de su intervención, sino perfeccionar cada paso que se diera. Día a día, cuidador tras cuidador se fue orientando y fue cuando cada herramienta tecnológica fue tomando forma como elemento reforzador del aprendizaje del cuidador mismo, como los stickers, videos, emoticones entre otros.

El cuidador aprendía pedagogía sin darse cuenta, aprendiendo los métodos de una forma divertida y vivencial, y con ello, el hijo avanzaba poco a poco a pesar de la distancia. El cuidador se motivaba y motivaba al estudiante, y ello fue estructurando la metodología. En el nivel preescolar, la forma modelar el aprendizaje no es sencilla puesto que en primer lugar se debe concientizar al padre de familia sobre la importancia de este nivel, para después compartir con ellos que, según la edad de sus hijos, será la forma de intervenir de cada uno de nosotros dándole al niño la oportunidad de aprender con autonomía y seguridad.

Guiar y acompañar de forma constante a las familias fue una acción fundamental de la docente, durante el primer momento de evaluación, se proporcionó información sobre la importancia de las rutinas y los hábitos para que los alumnos se adecuaran a la forma de trabajar, apoyados de material audiovisual rescatado de la red; se realizaron video llamadas con los niños para que conocieran a la docente y se aprovechaban los momentos para brindar apoyo a los cuidadores que manifestaban dudas e inquietudes. En el segundo periodo de evaluación, el acompañamiento continuó, pero la realización de videos por parte de la docente aumentó, ya que se detectó que, aunque se tenía la comunicación con las familias y los recursos audiovisuales encontrados en la red eran de gran apoyo, los papás requerían de la guía ajustada al contexto, por lo que la docente incluyó videos con sugerencias de apoyo o de demostración para que se pudiera replicar en casa. Otra estrategia que se realizó fueron reuniones virtuales con los padres de familia al término del periodo de evaluación, en las que se les daba a conocer los avances grupales, los apoyos obtenidos de las familias y se brindaba un espacio para escuchar las dudas e inquietudes, las cuales se tomaban en cuenta para el siguiente periodo, lo que ayudaba a enriquecer el apoyo que se brindaba para que los alumnos lograran los aprendizajes.

El canal de comunicación principal era el grupo de WhatsApp, que se creó al inicio del ciclo escolar. Por medio de esta aplicación, diariamente se enviaban la o las actividades a trabajar en una diapositiva de PowerPoint convertido a imagen para que las familias pudieran leer paso a paso lo que tendrían que trabajar en casa. El archivo se acompañaba de imágenes y/o videos que ejemplificaran la forma de plantear las actividades a los niños y cuál sería el producto de la sesión, recalcando las destrezas o habilidades que el alumno debería demostrar en su evidencia, que en su mayoría eran videos.

Una de las actividades más representativa fue la de “juegos matemáticos: el tendedero de ropa”, en la cual, los alumnos deberían poner en juego la resolución de problemas, con las acciones de agregar y quitar prendas de ropa de un tendedero. El rol de la docente fue grabar un video, en el cual explicó paso a paso lo que harían en casa, como si estuviera dando la clase a los alumnos, poniendo énfasis en el inicio, desarrollo y cierre de la actividad. Después de que se explicaba cómo acomodar el tendedero y se ejemplificó un problema, ahora le tocaba el turno al cuidador, cuyo papel era plantear los problemas como se modelaba en el video, grabando a los niños sin que se simulara o practicara la actividad previamente. En este punto, cuando la docente identificaba que en algunos casos los papás se interesaban más porque el video saliera bien que por el aprendizaje que el alumno demostraba, se enviaban recomendaciones de forma individual, con el propósito de que los padres identificaran cuál era el objetivo de la actividad y de qué manera ellos debían intervenir. Al final del documento, se anexan fotografías para ilustrar dicha actividad.

Principales cambios observados

En marzo del año 2020, sin esperarlo, se presenta la pandemia COVID-19 en nuestro país, la indicación fue “todos a sus casas”. Sin saberlo, esto sería el preámbulo de una transformación pedagógica sin precedentes. Cada miembro del colectivo docente tenía la confianza de que pronto se regresaría a las actividades habituales, pero una semana se transformó en dos, luego en un mes, hasta multiplicarse a más de un año.

Típicamente, el docente estaba acostumbrado a planear y directamente, aplicar su planeación con el alumno, sin embargo, la pandemia impedía que esta relación siguiera su marcha acostumbrada pues el hecho de que cada persona tenía que estar en confinamiento provocó que se buscaran todas las herramientas tecnológicas existentes hasta el momento, para adecuar las acciones pedagógicas. En un inicio, se comenzó enviando la planeación tal cual, hacia el padre, y la realidad fue que las indicaciones no se entendieron y, por ende, el objetivo no se alcanzaba, ya que las barreras de comunicación se hacían entrever a cada paso. Fue aquí cuando se utilizaron los grupos de WhatsApp, entre otras redes sociales, esperando que de esta forma se pudieran aclarar las dudas de manera más eficaz y caímos de nuevo en una práctica no adecuada, puesto que la sola lectura no apoyaba la comunicación, se requerían utilizar diferentes medios que complementaran los canales  perceptuales, siendo en esta etapa el principal recurso de modelo de enseñanza los videos que grababa la docente, para que las familias pudieran tener más claro cómo dar a conocer a sus hijos las actividades.

Como colegiado, previo al inicio del ciclo escolar 2020-2021, y con las experiencias que se obtuvieron del ciclo anterior, se identifica que el formato de clase actual tenía que cambiar y adecuarse aún más a las necesidades reales: que las horas que acostumbrábamos a trabajar no podrían ser las mismas en la modalidad a distancia, que no todos entregaban las actividades a la misma velocidad ni con la calidad de cuando estábamos en clase, que el hecho de que se diera una instrucción por escrito en determinado formato no garantizaba que todos los cuidadores habían entendido las consignas y que era necesario acompañar en la mayoría de los casos, con audios, imágenes y videos para enriquecer la explicación, brindando además, ejemplos que modelaran la enseñanza adecuada; que la adaptación a los tiempos de recibir las producciones del alumno se tenían qué adecuar para que los padres de familia se sintieran motivamos, brindándoles un espacio para que ellos compartieran sus dudas e inquietudes. También fue importante recabar información sobre los tipos de familia a los que pertenecían nuestros alumnos, la escolaridad y ocupación de los padres y quiénes serían los cuidadores que estarían a cargo de proporcionar las actividades en casa para saber con quiénes se estaría teniendo la comunicación e identificar qué adecuaciones se tendrían que hacer para proporcionarles el acompañamiento adecuado.

De aquí radica la necesidad de que el docente cambiara su papel de instructor a guía, para ir capacitando a las familias sobre cómo brindar las actividades a los niños para que éstos lograran los aprendizajes, complementándolas con diversas herramientas: Hacer uso de la tecnología como medio de comunicación con padres de familia y alumnos, creando un grupo de WhatsApp para la difusión de los mensajes y actividades. Utilizar los estados del WhatsApp para compartir recomendaciones sobre el aprendizaje que se está abordando durante el día. Previamente, grabar las actividades modelando el aprendizaje de la clase, para que los alumnos se motiven a participar de lo que se va planteando y que, a su vez, los cuidadores tengan estrategias de cómo aplicar las actividades. Interactuar con los alumnos por medio de video llamadas, salas de Messenger o clases virtuales por medio de plataformas de enseñanza, en donde los padres de familia también participaban dándole a sus hijos las respuestas, por lo que se buscaba retroalimentar de forma individual qué sí les ayudaba a sus hijos y qué intervenciones podrían obstaculizar el aprendizaje. Responder los audios que los alumnos envían durante el momento del pase de lista para favorecer la comunicación. Utilizar la aplicación de “bitmoji” para personalizar stickers y emojis, empleándolos para complementar la retroalimentación y evaluación de las actividades, lo que motiva a los alumnos al ver a su maestra en “caricatura”.

La práctica es innovadora porque se buscó reactivar el involucramiento y participación de los padres de familia y de otros cuidadores en la educación de los niños de preescolar.

El éxito se identifica en la actualidad, ya que los alumnos que tuvieron el acompañamiento del cuidador en el aprendizaje a distancia, siguiendo las recomendaciones que se les brindaron, son niños que se encuentran en un nivel de aprendizaje esperado y que demuestran una habilidad sobresaliente para continuar aprendiendo. Caso contrario con los alumnos que durante el trabajo en casa no tuvieron un apoyo constante, pues actualmente se encuentran en un nivel de bajo desempeño, requiriendo un apoyo en la mayoría de los aprendizajes. El compromiso del 60% de las familias se ha mantenido, lo que denota cambios significativos en cuanto a la educación de sus hijos, quienes se muestran más autónomos y seguros en su desempeño escolar, existe una comunicación constante con estas familias, por lo que no dudan en pedir apoyo para aclarar inquietudes sobre alguna actividad y aunque no se trabaja de manera constante con videos explicativos cuando los alumnos no asisten a clases y deben trabajar en casa, se aprecia en los videos de evidencia que los padres de familia sólo son una guía en el desarrollo de las actividades, dándole a sus hijos la oportunidad de trabajar por sí solos, evitando además responder por los niños.

Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes

Para poder replicar esta práctica es importante partir del conocimiento de las familias de cada alumno, para ello, se utilizó como herramienta el uso de formularios digitales de Office, compartiéndolos mediante el medio de comunicación que se tenía con los cuidadores: el grupo de WhatsApp, y establecer un diálogo en todo momento, para que sientan la confianza de exponer sus dudas e inquietudes, sobre todo si no han tenido un acercamiento a la escuela y están temerosos de cómo apoyar a los niños para su adecuado desarrollo.

Realizar evaluaciones formativas, no sólo del aprendizaje, sino de la atención y participación que se está teniendo en los hogares de los alumnos ayudará a volver a marcar la ruta a seguir para que nadie se quede atrás y todos avancen a su ritmo, así como brindar retroalimentaciones cuando las actividades no están siendo llevadas como se recomendó y reconocer los logros y avances que los cuidadores han tenido sobre su desempeño la facilitación de las actividades, lo que podrá generar que favorezcamos su confianza y autoestima y no pierdan el interés en el apoyo.

Cabe resaltar que los apoyos del colectivo docente serán muy útiles, pues las retroalimentaciones que se llevan a cabo en las sesiones de consejo y en las reuniones técnicas, al exponer al equipo algunas dificultades ayuda a ver las cosas desde otro panorama y a tener nuevas estrategias para invitar a los padres de familia a replicar en los hogares.

No sólo nos quedemos con los conocimientos que tenemos desde que estudiamos para docentes, indagar sobre qué metodologías y estrategias de enseñanza han abonado en el aprendizaje, nos ayudará a enriquecer nuestra práctica y dar ese extra que se necesita en las aulas. Las metodologías de microenseñanza y aprendizaje acelerado, en estos tiempos de pandemia, nos ayudan a simplificar los procesos de enseñanza, fortaleciendo el aprendizaje del alumno en el preciso momento, situándolo además en su contexto.

Involucrar a las familias en el aprendizaje de los educandos es una ardua labor, pero si se les hace partícipes no sólo de lo que acostumbrábamos, sino que también les damos el mando del timón, comprenderán que su labor no es aislada de la escuela, sino que en conjunto podemos alcanzar grandes logros en los alumnos.

 

Bibliografía recomendada