Fines perseguidos
El regreso seguro a clases presenciales se convirtió en un gran reto y a la vez, en una gran alegría, volver a mirar las caras de las y los niños al reencontrarse con sus compañeros nos hizo recordar que son prioritarios a atender en la escuela y coloca en el centro una gestión escolar con sentido humano y pedagógico.
Después de vivir en actividades escolares presenciales, la pandemia nos orilló a trabajar desde casa, una experiencia que nos marcó como docentes. Vimos que muchas experiencias que parecían monótonas y casuales, ahora ya eran una gran necesidad, como el vernos y saludarnos, definitivamente la vida nos cambió.
¡Urge regresar a las aulas! La escuela es un lugar de aprendizaje, de intercambio de ideas, experiencias y sueños. Es un lugar que se convierte en nuestra segunda casa y familia, es un templo de terapia ocupacional para los padres.
Tener buena actitud y ser positiva, realmente no bastaba, teníamos que enfrentar y derribar obstáculos, como el poco tiempo para trabajar, falta de material y equipo de limpieza, falta de infraestructura adecuada (baños y suministro de agua) y resistencia del personal docente
Nos enfrentamos a muchos retos, uno de ellos fue hacer limpieza profunda en la escuela; no se tenían los recursos y los materiales de limpieza no alcanzaban, nadie quería colaborar, nadie tenía la disposición, excepto la Subdirección, la presidenta de la Sociedad de Padres y el presidente de Participación Social. No había organización, evidentemente se necesitaban manos para limpiar nuestra escuela.
A todo lo anterior, había falta de motivación por parte de la comunidad docente, ya que había quienes lo veían más como riesgo que como avance y no encontraban ningún punto a favor para regresar, a menos que las autoridades educativas y gubernamentales nos voltearan a ver y proporcionaran los recursos y materiales necesarios. En mi interior, sentía que no podía esperar a nadie que nos mirara para dotarnos de lo que necesitábamos, los padres de familia tampoco tenían los recursos financieros para apoyar, aunado a eso, los baños estaban en mal estado y el agua no alcanzaba.
Regresar a clases en el tiempo establecido también era importante para el bienestar de los estudiantes, por lo que se tenía que ir resolviendo los problemas de falta de recursos y de mal estado de la escuela, así como la resistencia del personal docente al regreso.
Puntos clave de la práctica
Durante el regreso a clases nos enfrentamos a lo siguiente: regresar en el tiempo establecido por las autoridades educativas, obtener los recursos necesarios para el material y para arreglar la infraestructura del plantel, convencer a la planta docente del regreso, involucrar a las maestras, maestros y padres de familia, abatir el rezago del estudiantado; como directivo y responsable de toda la comunidad escolar, mi deber siempre será el velar por el bienestar de todas y todos, a través de la motivación, sensibilidad y atención. Es indispensable que se realicen acciones que garanticen el derecho a la educación de todas las niñas, niños y adolescentes, así como, transitar oportunamente a los niveles de la educación básica y alcanzar el máximo logro de aprendizaje.
¡Llegó la hora! Antes de comenzar con la limpieza profunda de las aulas y sanitizarlas, nos reunimos en subdirección y dirección, planeamos, organizamos y decidimos citar al comité de salud y padres de familia para que nos donaran material de aseo, por otro lado, involucramos a las y los estudiantes de sexto grado a dejar un legado con material de aseo. Comenzamos un miércoles con la poda, deshierbe y limpieza; el jueves se realizó la limpieza de muebles, se sacó lodo y se dejaron limpios los pisos; el viernes se desinfectaron todas las instalaciones, el domingo el subdirector desinfectó la escuela. Se organizó un paquete de limpieza por grupo (un litro de gel, jabón para manos, cloro, pinol, escoba, trapeador y cubeta).
El lunes, el día que regresamos a clases fue un éxito. Todo el mundo se presentó con la mejor actitud. Se recibieron a las y los estudiantes con las medidas necesarias, a pesar del bajo presupuesto con el que se contaba, se realizó un primer filtro a los padres para que estén enterados de su responsabilidad en casa, el segundo filtro se hizo en la entrada de la escuela y el tercer filtro se realizó en los salones.
En el segundo día de clases, se realizó un esfuerzo enorme por tener el agua suficiente en los baños, la señora Ivonne (intendente de la escuela), siempre activa y dispuesta a llenar los tambos, sin embargo, lo anterior era realmente un problema, ya que era muy cansado y desgastante.
Se propuso al personal docente regresar a la modalidad virtual o a distancia, exponiendo que si solucionamos nosotros los problemas del plantel, jamás nos mirarán las autoridades y menos nos darán el apoyo suficiente. Por otra parte, en ASPE, subdirección y dirección pensábamos diferente -la modalidad a distancia o virtual no funcionaba-, así que se organizó la primera reunión con padres de familia para informar de las carencias en las que se estaba trabajando y que ninguna autoridad se había acercado a apoyar.
En esta reunión se dio la palabra a las representantes de las y los docentes para explicar sus motivos y escuchar sus miedos. Sorpresivamente, son los padres quienes comienzan a dar soluciones. Se presentó el caso de una madre de familia, nos solicitó ya no regresar a la distancia pues su niña que cursa segundo año muestra mucha alegría conviviendo con sus compañeros, así que como una ola de propuestas resaltó el apoyo de los padres de familia con mano de obra para arreglar los baños y el problema del agua, se logró una donación de $1,200. Además, se hizo la propuesta de donar $20 cada viernes para comprar material de limpieza. A través de WhatsApp los padres de familia y docentes se mantenían comunicados para realizar el aseo los días correspondientes. A los padres de familia se les hablaba sobre la importancia de realizar los deberes (limpieza) correspondientes y así, tener un regreso seguro a la escuela.
Cada integrante tiene su importancia y no podemos esperar a que alguien venga y lo resuelva, es trabajar con lo que se tiene a la mano y con lo que se carece; con creatividad en el uso de “herramientas”, apoyarnos de los padres de familia, de la intendencia y del subdirector académico (en este caso fue una persona muy entusiasta y emprendedora). Toda la comunidad escolar fue pieza clave, porque alrededor solo se observa un panorama negativo y devastador, pero una luz ilumina el camino cuando se trabaja con lo que sí se tiene: entusiasmo y desprendimiento de cuotas voluntarias por parte de los padres de familia, las cuales representaron un gran esfuerzo por parte de ellos.
Considero que es una buena práctica porque hay un trabajo detrás, un trabajo constante de concientización en la escuela; se involucra a los padres haciendo énfasis que el trabajo en equipo es mucho mejor, se da a conocer el Marco Local de Convivencia Escolar y se resalta que en estos tiempos, el éxito se consigue por un bien común, todos tenemos un fin, que son nuestros niños, por lo que nuestro trabajo es siempre dar soluciones.
Principales cambios observados
Uno de los principales cambios en esta práctica fue mayor participación por parte de los tutores y motivación por parte de las y los docentes. Ver el entusiasmo de los padres de familia fue muy enriquecedor, ya que ellos son los portadores de las buenas nuevas. El éxito de este regreso a clases presenciales se debe al trabajo en conjunto (docentes, padres de familia y estudiantes).
Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
Una de las recomendaciones que doy a las y los docentes es que se acerquen con los padres de familia, que también trabajen con la autoestima de los padres; si un padre de familia está bien emocionalmente y sabe canalizar sus emociones, sabrá trabajar con su hija/o y con los demás. Recomiendo trabajar una ‘Escuela para Padres’ y el ‘Marco Local de Convivencia’, puedo decir satisfactoriamente que esto funciona. Además, unir fuerzas y habilidades individuales permite trabajar colaborativamente. ¡Hay que enfocarnos y trabajar con lo que se tiene y con lo que se carece!