Blog del Faro

Espacio abierto para la reflexión, testimonios y propuestas de docentes, investigadores, asesores técnico-pedagógicos, directores, supervisores, madres, padres y estudiantes.

Todos podemos salir a flote

En este documento, Gabriela Antonia Noya Trejo, maestra en la telesecundaria Agua de la Rosa en Oaxaca. Nos comparte su proyecto “Todos podemos salir a flote”, Su práctica pertenece a la categoría “Inclusión y rezago”, como parte del ejercicio de sistematización de buenas prácticas de docentes en pandemia, encabezado por Grupo Loga, el Faro Educativo de la IBERO, Proeducación, Pauta, Renaced y cobijado también por la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED).

Comienza la conversación

Gabriela Antonia Noya Trejo
Docente de Telesecundaria
Escuela Telesecundaria de agua de la rosa
Agua de la rosa, Huautla de Jiménez, Oaxaca

Ubiquemos la buena práctica

Categoría: Inclusión y rezago
Nivel y modalidad educativa: Telesecundaria.
Modalidad mixta: presencial y asincrónica.
Grado escolar: 1°
Turno: Matutino

Fines perseguidos

De acuerdo al artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde dice que toda persona tiene derecho a la educación y que además de ser obligatoria, tiene que ser universal, inclusiva, pública gratuita y laica (párrafo adicionado DOF 15-05-2019). Como también la educación se basará en el respeto de la dignidad humana, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva.

Por lo tanto, esta práctica realizada en la escuela Telesecundaria, de dar seguimiento vía internet a los alumnos, sigue el fin de no dejar en rezago e incluir a los alumnos de la sierra mazateca de Oaxaca, donde presentan barreras para el aprendizaje y la participación de manera social, por las condiciones contextuales en las que se encuentran.

Objetivo general

Evitar el abandono escolar (deserción) durante la pandemia en un contexto de marginación y rezago tecnológico e incluir y motivar a todos los alumnos a participar mediante las sesiones en línea.

Objetivo específicos

  1. Motivar a las alumnas y alumnos a participar y a asistir a clases en línea, en el único   café internet de su localidad.  
  2. Que los alumnos tengan acercamiento a herramientas tecnológicas y puedan aprender a manejarlas y de esa manera también seguir aprendiendo.  
  3. Que todos los estudiantes tuvieran acceso a internet.

Puntos clave de la práctica.

Como nos dice La Ley General de educación en el capítulo II del ejercicio del derecho a la educación, artículo 5, el aprendizaje debe ser permanente y debe contribuir al desarrollo humano integral, donde se le debe otorgar las mismas oportunidades de aprendizaje para la construcción de una sociedad equitativa y solidaria.

Al verme frente a la situación de COVID-19 en lugares marginados, es complejo llevar a cabo ciertas medidas y propuestas que se hicieron a nivel nacional, ya que la comunidad no cuenta con servicios de telecomunicación, red o incluso algunos no cuentan con servicios básicos como la electricidad. Lo que hizo que buscara la mejor manera para que mis alumnos no se rezagaran por la situación por la que estamos pasando y la economía en la que se encuentran.  Las y los docentes íbamos a dejarles cuadernillos de actividades, los cuales revisamos e íbamos explicando los temas cuando íbamos, pero no era lo mismo ya que las y los alumnos hablan mazateco y a veces es necesario explicarles de manera directa y en el momento algunas cosas y ponerles ejemplos. Al solo dejarles cuadernillos se confundían con algunos temas, por lo que necesitaban que se les explicara y atendiera de manera más directa y constante.

Debido a que los alumnos son de una zona marginada fue necesario generar otro tipo de apoyos. Se contribuyó económicamente de manera personal y voluntaria (en mi caso), pagando el internet dos días a la semana para sus clases y también yendo cuando se empezó a regularizar un poco la situación dos veces por mes. Esto hizo que se motivaran a no dejar la escuela por la situación que atravesaba todo el país (y el mundo), pero en específico con ellas y ellos ya que no hay señal de telecomunicaciones en su localidad, no tienen teléfono celular y pocos tenían acceso a una televisión para ver sus clases o tener un seguimiento de las mismas.

Por eso la buena práctica de mi parte como profesora fue: 1) pagar el servicio de internet dos veces por semana.  2) Ir a la escuela dos veces por mes, lo cual fue algo que las y los alumnos aprovecharon al 100%. Noté que la mayoría de mis alumnos y alumnas estuvieron y están presentes con su asistencia en el internet de la comunidad. Ya que para ellos es de gran ayuda, que yo pueda aportar con esas dos clases a la semana en internet.

Para esto primero se platicó con el dueño del único internet que hay en la comunidad, donde se acordó que yo le pagaría algunos días a la semana el internet a las alumnas y alumnos para que ellos pudieran tomar sus clases. Como ellos no sabían utilizar las computadoras el dueño apoyaría prendiendo las máquinas y los enlazará a la clase, pues las y los alumnos no sabían manejar herramientas básicas de computación. Las y los alumnos entrarían en bloques de 2 alumnos por máquina y con todas las medidas sanitarias para poder estar ahí.

Después de empezar con esta Práctica/ estrategia me di cuenta que el 90% de las alumnas y los alumnos asistían a todas las clases y llegaban todos al ciber, tenían interés lo que me inspiró a seguir con esta práctica. Al principio se notaba la timidez de las alumnas y los alumnos al verme por la pantalla, no había mucha participación por la pena de no saber utilizar las aplicaciones de la computadora y ser algo desconocido para ellos, pero me escuchaban y hacían sus anotaciones. Después poco a poco fueron aprendiendo y hasta la fecha para todos es algo novedoso, lo que hace que no pierdan el interés, se les incluya con las nuevas tecnologías y manera de aprender, sobre todo asistan a sus clases en línea y haya menos deserción. Ahora, después de mucho tiempo en enero del 2022 se tomó la decisión de ir una semana cada 20 días a dar clases presenciales, todas y todos llevan sus tareas y avances gracias a que seguimos en línea cuando no estamos en presenciales, que una parte la pago yo y otra ellos, es una manera de apoyar, generar interés y baja deserción de las y los alumnos en lugares marginados.

Principales cambios observados

El hecho de que las alumnas, los alumnos y padres de familia vieran que yo tenía un compromiso de estar al pendiente de ellos y de incluso pagar para que pudieran tomar algunas clases en línea y poder estar en contacto con todos, hizo que su asistencia y compromiso fuera siempre constante e incluso que con la beca que les empezó a llegar en febrero del 2022 pudieran decirme que ellos pagaban otra clase más a la semana, así el compromiso y esfuerzo fuera por parte de los dos de ellos y mía que hasta la fecha se seguí con la dinámica. Lo que también ha generado que ellos y ellas se animen a seguir estudiando porque hacen comentarios de que ya saben manejar más la computadora y que no solo han aprendido de las asignaturas, sino también algunas herramientas de computación básicas que les pueden ayudar en un futuro y se animan a seguir estudiando, lo que también he notado que mi grupo es el que en la actualidad ha tenido menos baja de estudiantes y de tres alumnos que llegaron sin saber leer (eso fue un reto grande), dos ya saben y eso es un gran logro, por desgracia el otro alumno se dio de baja pero fueron por otras circunstancias.

Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes

Bueno, en realidad sé que muchos docentes han estado haciendo esta práctica de llevar cuadernillos de actividades a la escuela, de darles clases en línea y de más, que han buscado mil maneras de salir adelante con las clases.

El querer apoyar a las alumnas y alumnos de esta manera, en el aspecto económico no es porque te sobre el dinero o te veas obligado a hacerlo, sino que en mi caso tuve que a hacer un análisis a fondo de lo que quería lograr con ellos y también conmigo, donde puse en una balanza todo y la decisión que tomé de apoyar a los chicos de esa manera fue más por la experiencia que tengo de estar en esa zona marginada y saber que si los apoyaba de esa forma podría hacer un cambio en ese momento que estábamos atravesando todos, más para ellos, aunque fuera difícil tenía que arriesgarme. Por eso, les recomiendo que solo den un vistazo al contexto donde laboran y que puedan poner en una balanza las cosas positivas de estar en casa, como también que analicen de qué manera pueden apoyar a los estudiantes (cuando son de escasos recursos), para que ninguno se quede sin la oportunidad de acercarse al conocimiento en estos tiempos, que se rezague o no se sienta incluido en la nueva manera de aprender en México y a nivel mundial, que les demos las herramientas necesarias y vean que también un granito de arena económicamente para nuestros alumnos de escasos recursos puede hacer la diferencia para todos, salir a flote con ellos, lograr un aprendizaje, un interés y responsabilidad compartida personal y académicamente alumnos – docentes.