Fines perseguidos
La pandemia por COVID-19 nos afectó a todos de una forma u otra, sacudió nuestras prácticas para mostrarnos dos cosas, la primera el valorar nuestras escuelas, nuestras aulas y los espacios con los que contamos para fomentar el aprendizaje, la segunda cosa que nos enseñó fue la importancia de la innovación en cuanto a nuestras prácticas docentes, crear en base a las necesidades y posibilidades de nuestros alumnos materiales llamativos con los recursos que tenemos en casa, fomentando en todo momento la motivación con nuestros alumnos y padres de familia. Como reto principal detectó la falta de organización por parte de los padres de familia para destinar tiempos durante el día para abordar las actividades académicas, con el transcurso del tiempo tanto alumnos como padres se mostraban apáticos en la realización del trabajo, dificultad para organizar tiempos y hacer entrega oportuna de sus deberes.
Por tal motivo como objetivo general me propuse el lograr que los alumnos en atención mantuvieran un contacto permanente con una servidora, enviando las evidencias de las actividades en tiempo y forma.
Como objetivos específicos:
- Lograr que al menos el 90% de los alumnos en atención enviaran sus actividades en tiempo y forma.
- Lograr que al menos el 70% de los alumnos en atención obtuvieron un dominio en la ejecución de las actividades permanentes de articulación.
Puntos clave de la práctica
Mis alumnos en atención tienen diferentes diagnósticos, alumnos con autismo, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, hipoacusia bilateral profunda con implante coclear, dificultades severas de comunicación, entre otras, las principales áreas de oportunidad con ellos radican en mantener la atención, el lenguaje oral y la comprensión, como docente promueve mucho el aprendizaje por medio del juego, pero me estaba costando la organización de los padres para realizar las actividades, de ahí surgió la idea de las “misiones” como estrategia para motivar a mis alumnos y padres de familia.
Principales cambios observados
Esta práctica la utilice con todo mi grupo en atención el cual consta de 13 alumnos con diferentes diagnósticos, la práctica consistía en crear una historia, sobre un astronauta que se había perdido en el espacio, los alumnos serian exploradores espaciales y su misión principal el rescatar el astronauta, para ello tenían que cumplir una serie de misiones, las cuales eran sus actividades diarias, cada día que cumplieran su actividad, podían obtener una parte del rompecabezas de un cohete, cuando concluyeran todas las actividades, el cohete estaría formado en su totalidad y podrían rescatar al astronauta perdido, diseñe un cuadernillo de actividades para cada alumno en base a las áreas de oportunidad que tenían, una de las actividades era el eliminar vicios del lenguaje con algunas palabras, porque en conjunto realizamos un monstruo espacial y a cada alumno entregue una serie de tarjetas con diferentes imágenes que contuviera el fonema a trabajar, de manera diaria y con apoyo de mamá alimentarán al monstruo repitiendo las palabras, más adelante agregamos otro nivel de dificultad integrando las imágenes a oraciones sencillas.
Se brindaron videos de la maestra con Calceto, el cual era una marioneta que servía de auxiliar y motivador para los alumnos, Calceto les explicó su misión, así como la manera de alimentar al monstruo, cuando los alumnos enviaban sus evidencias, Calceto retroalimentó por audio o video, felicitando tanto a alumnos como a padres. Con esta actividad tanto la actitud de alumnos como padres mejoró considerablemente.
La asignatura estaba encaminada tanto a lenguaje y comunicación como educación socioemocional en preescolar. Mi papel como docente radicó en brindar el cuadernillo de trabajo, apoyos visuales mediante videos, motivar por audios, retroalimentar las actividades y mantener esa ilusión de que con cada actividad muy pronto su cohete estaría armado y listo para rescatar al astronauta.
Los recursos que utilicé fueron materiales que los alumnos tenían en casa, el cuadernillo de trabajo y las recompensas para quienes concluyeron su misión. Al final del mes llevaban a sus casas un detalle por su participación tanto a alumnos como padres.
Considero que el uso de una historia y hacerlos partícipes de la misma fue mi actividad en sí más exitosa. Ya que con ella se mostraron alegres al realizar las actividades, gustosos alimentaban al monstruo y armaban su cohete. Esto se vio reflejado al momento que el 85% de mis alumnos finalizaron el ciclo escolar entregando sus actividades y el 80% logró una mejoría considerable en cuanto al dominio de la articulación de fonemas mediante la repetición alimentando al monstruo, ya que esta actividad antes era muy monótona para ellos y cuando implemente la estrategia ellos solos recordaban a mamá que debían alimentar al monstruo.
Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
El empleo de historias y misiones es una buena estrategia didáctica, involucrarse en la historia, jugar a disfrazarse, crear ese ambiente de fantasía ayuda mucho ya que es motivante y enriquecedor. Mantener un contacto constante con los padres, retroalimentando de la actividad tanto las fortalezas que detectamos en la evidencia, esos logros, como las áreas de oportunidad. Esta estrategia se puede diversificar de muchas formas, utilizando diferentes temas, recordando siempre que los padres de familia son nuestros mejores aliados y el involucramiento asertivo de ellos será la clave para la mejora de los aprendizajes.
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