Fines perseguidos
Con esta práctica se buscó atender los bajos resultados obtenidos en el primer periodo del ciclo escolar de agosto a diciembre, donde se detectaban debilidades en algunos alumnos con respecto al aprendizaje de “los números”, y además se presentaba nuevos retos como las operaciones de suma y resta, para resolver situaciones problemáticas de la vida cotidiana.
Para este momento los alumnos tenían un trabajo previo que se realizó desde el mes de agosto, en donde se inició desde lo básico que fue el identificar los números, su diferencias entre ellos y las letras, así como su valor y utilidad; pero aun existían algunas situaciones que no se quedaban claras y que estaban obstaculizando el aprendizaje(de una cantidad de alumnos)a su vez eso era una problemática, puesto que a medida de cómo transcurre el ciclo escolar los aprendizajes esperados iban cada vez más complementándose y representaban un mayor reto para el alumno.
De manera general, con la práctica se buscó el objetivo de reconocer, a partir de la resolución de situaciones que implican agregar, quitar, juntar, comparar y completar, que la suma es el total de dos o más cantidades y la resta, como la pérdida de elementos en una colección. Resuelve problemas vinculados a su contexto que implican sumas o restas (sin hacer uso del algoritmo convencional) con cantidades de hasta dos dígitos; representa de diversas formas (material concreto, representaciones gráficas) sumas y restas, incluyendo los signos “+”, “-“, “=” y numerales.
De manera específica, se buscó que los alumnos identifiquen los números y su valor hasta el 100, así como apliquen de manera correcta operaciones de suma y resta para dar solución a situaciones problemáticas de su entorno; así como que los alumnos sean capaces de realizar una actividad tan cotidiana como comprar en una tiendita, sin problemas.
Puntos clave de la práctica
Esta actividad fue diseñada con base en otras que me habían tocado aplicar y unas que compañeros me compartieron sobre su experiencia. De manera particular le realicé algunos cambios y ajuste a las necesidades de mi grupo, así como a los recursos con los que contábamos y dándole un toque diferente y especial.
Al inicio se planteó la idea tanto a los alumnos como a los padres, para invitarlos a trabajar y colaborar, presentado los objetivos, retos, materiales y formas de participación. Poco a poco se fue recaudando materiales para armar nuestra tiendita dentro del aula, cajas, jabas, estantes, mesas, etc. Así como los productos que eran esas envolturas o envases vacíos que en casa se convertían en basura, aquí serian un material didáctico interactivo muy importante para los alumnos.
Los padres y alumnos apoyaron buscando los materiales para formar la tiendita, así como recolectando en familia los envases y envolturas, lavarlos, rellenarlos y sellarlos para que dieran una apariencia de productos nuevos; así como están en los super mercados. Llevó algunas dos semanas en organizar bien el espacio, se tenía que ordenar por secciones a los alimentos, así como etiquetar cada uno; para ellos los alumnos apoyaban en horarios de recreo o a la salida de clases se quedaban para etiquetar y organizar los productos.
Es importante mencionar que el costo de los productos lo asignaron los alumnos, se hacía una recolecta cada tercer día y se distribuía en equipos para organizarlos y asignar el precio.
Cuando ya se tenía el espacio adaptado, se empezó a buscar en casa carritos del super o cajitas registradoras (juguetes de los alumnos), para hacer más real el trabajo; de igual manera se pidió a los padres comparan a cada alumno un paquete de monedas y billetes (didácticos) así como marcarlos con sus iniciales.
En grupo (maestra alumnos) se creó el nombre y buscamos en internet un logo, que nos serviría para identificarnos: “Mi tiendita”. También se utilizó una especia de uniforme (mandiles) que de hecho ya tenían las alumnas por que fueron obsequio de una compañera días antes por su cumpleaños obsequió mandiles rosas, así que las alumnas propusieron que esos fueran los uniformes.
Cuando al fin ya se tenía todo se dio inicio con la actividad la cual se repetía una vez a la semana(viernes). El primer día que se aplicó, algunos alumnos se propusieron para ser los cajeros, quedando como acuerdo que en cada ocasión que se trabajara la actividad se asignarían a otros alumnos para que todos tengan la oportunidad de vivir esa experiencia.
Se inició el trabajo, distribuyendo al resto del grupo (45 integrantes) en equipos, explicando cual sería la dinámica y los productos que se realizarían.
- Cada equipo en orden pasaría a la tiendita a obtener dos productos de su elección, la compañera (cajera) se los proporcionaría y juntos resolverían la suma del costo de los dos productos, primero apoyándose de las cajitas registradoras, de un lápiz o papel o de manera mental según fuera el caso.
- Así mismo buscaría entre sus monedas y billetes para pagar la cantidad que resulto de su operación.
- Posteriormente se regresarían a su lugar en el equipo, con sus dos productos, los colocarían en el centro de la mesa.
- Cada alumno registraría en su cuaderno el producto que eligió comprar, lo dibujaría, anotaría su nombre y resolvería la suma para verificar si lo que pago en la tiendita era correcto.
- Compartiría con su equipo para comparar entre ellos quien gasto más o quien menos.
- Regresarían los productos a la tiendita para volver a usarlos en otra ocasión.
Estas fueron de manera general las acciones que se realizaban cada semana, alternando los equipos, los alumnos que serían cajeros y los productos a elegir.
Cabe destacar que cada equipo se incorporaba con alumnos de diversos niveles de aprendizaje, así como se incorporaban a los alumnos que enfrentan barreras de aprendizaje, para apoyarlos en equipo; ya que una de mis estrategias que me a dado buenos resultados además de apoyo personalizado es el uso de tutores (alumnos más avanzados)
En otras ocasiones se realizaban actividades alternas para darle un cambio a la estrategia; algunas de ellas fueron:
- Usar los precios de los productos para ordenar cantidades de menor a mayor.
- Realizar actividades en donde dibujaran el producto de su preferencia y representaran con
monedas y billetes su costo, registrando todo en su cuaderno de trabajo. - En otra ocasión los alumnos planteaban problemas en base a los productos, se anotaban en el pizarrón y se resolvían entre todo el grupo.
- Se dejaban tareas para realizar en casa usando productos de la tiendita, o se usaban cosas de la alacena familiar.
- También los padres en casa apoyaban mediante juegos para que los alumnos conocieran y supieran usar las monedas y billetes.
- Se trabajó también cuadros comparativos entre productos, comparando sus costos. (el cereal cuesta igual que dos chocolates)
- También se usó una plantilla para que los alumnos se le facilitara la resolución de la operación de suma resta(enmicada), algunos usaban, material para apoyar a contar (ábacos, fichas)
También se usó el material de la tiendita para diversas actividades diarias en donde se reforzaba escritura, que ellos estaban en el proceso de alfabetización. Asimismo, se usó este espacio y los materiales para trabajar aprendizajes de cuidado del ambiente, alimentos saludables y no saludables, trabajar los temas como capacidad y peso, etc.
Sin duda fue una buena experiencia, aunque ya me había tocado aplicar actividades similares, esta fue mejor experiencia, la disfrute y mis alumnos igual; sobre todo los padres apoyaron y participaban desde casa cuando se requería.
Principales cambios observados
Con la aplicación de la actividad “Mi tiendita”, logro en primer plano la participación de los padres al involucrarse no solo en las actividades de elaboración de la tiendita, sino en las actividades en casa, siguiendo las sugerencias académicas y proporcionadas, los tiempos, espacios y materiales a sus hijos. También sin duda se mostró un gran cambio en mis alumnos en el sentido académico, de aprendizaje y de conducta.
Desde el inicio al ir organizando la tiendita se trabajó en equipo, así como las normas de convivencia, el trabajo entre pares y la parte actitudinal porque aprendieron a ordenar, respetar espacios, cuidado de materiales que hay en el aula y cuidar sus propios materiales de estudio.
Este espacio de la tiendita nos dio durante varias semanas la oportunidad de utilizar el material para trabajar diversas asignaturas no solo MATEMÁTICAS, por lo que fue aún más enriquecedora la experiencia.
Es importante resaltar que el primer grado los alumnos están en una etapa de acercase y lograr la alfabetización, actividades de lectura y escritura son todos los días y a cada momento se aprovecha para propiciar espacios para reforzar la escritura y lectura.
Se usaban las envolturas y envases para ver palabras, inicio y final de estas, así también como leer y formar oraciones.
También, se usó el material para trabajar temas como alimentación sana, cuando trabajamos alimentos sanos y no sanos, así como cuando se trabajó sobre la contaminación y cuidado del ambiente; de igual manera al trabajar otros temas de matemáticas como capacidad y peso.
En este proceso mi papel desde el inicio fue organizar, coordinar, orientar y guiar, propicias momentos y espacios de aprendizaje. Ya que se usaba todo lo que sucedía día a días para crear situaciones de aprendizaje, así también observar todo lo que sucedía para atender a los alumnos, realizar modificaciones o ajustar las actividades de acuerdo a los resultados o imprevistos.
Para esta actividad se necesitó el apoyo de los padres, para recaudar los materiales e ir armando el espacio de la tiendita (envases, envolturas, muebles, tarjetas o etiquetas, etc.) su disposición para buscar material y traerlo, así como apoyar a organizar el espacio en el aula, sin dejar de lado el apoyo en casa. La colaboración y disposición de mis alumnos fue un elemento importante ya que ellos eran los actores principales, esta actividad los motivo desde su planteamiento y en cada momento se incorporaron dando ideas para mejorar, a la vez que, con sus aportaciones, sus logros o fallas también apoyaban a que cada vez que se aplicaba una actividad fuera mejor el resultado.
El éxito de esta actividad es sin duda el avance de mis alumnos, no solo académico sino también de conducta, participación y socialización.
El lograr que mis alumnos se motivaran para formar el espacio de la TIENDITA, cuidar los materiales, preocuparse por mantener en orden el espacio, traer sus materiales, incorporarse a las actividades, apoyar a sus compañeros y aplicar lo aprendido en casa o en su entorno. Ya que estas actividades propiciaron que los alumnos se sintieran más seguros al ir a comprar productos no solo en la tiendita escolar, si no fuera cuando acompañaban a sus padres al super mercado, ellos externaban sus experiencias en al aula, al igual que los padres comentaron que sus hijos querían pagar y que comentaban lo que aprendían en clase.
Recuerdo el día que tuvimos que quitar ese espacio, los alumnos no querían porque para ellos era un juego, así que poco a poco fuimos quitando espacios (departamentos de la tiendita), incluso nos quedamos con algunos productos en un estante hasta el final del ciclo escolar….
Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
Esta actividad “Mi tiendita”, la puedo recomendar en cualquier grado escolar, en mi caso lo use en primer grado, pero es una actividad que te da mucho margen para usar en cualquier grado, con diferentes campos formativos.
Les recomiendo involucrar a los padres de familia, que vean el proyecto como suyo, que se sientan importantes y parte de él, sobre todo que vean los beneficios para sus hijos; además que lo vean como un espacio para jugar, no como trabajo en sí que se diviertan junto a sus alumnos y que no se desesperen por los resultados, son poco a poco y cada vez que apliquen la actividad surgirán nuevos retos así como también habrá cosas nuevas que aprender y situaciones que saber usar para fortalecer la practica el aprendizaje de los alumnos.
Como docente es importante el estar dispuesto y comprometido a realizar la actividad con todo y lo que lleva, tiempo personal, espacio en el aula, estrategias de motivación para padres y para alumnos, inversión al adquirir algunos materiales para organizar el espacio.