Fines perseguidos
En la Escuela Telesecundaria Adolfo López Mateos, se enfrentaron problemas significativos de comunicación entre los alumnos y desafíos de convivencia, exacerbados por la separación de grupos durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19. Además, la desnutrición entre los estudiantes afectó seriamente su rendimiento académico, evidenciado por falta de crecimiento, anemia y cansancio, así como síntomas físicos como manchas blancas en el rostro, sueño y debilidad. Los problemas centrales fueron la desnutrición y la convivencia escolar. Por lo tanto, desde la dirección de la escuela se propuso a la comunidad educativa la implementación del proyecto “El Huerto de San José”. Este proyecto buscó ser una iniciativa colaborativa que involucra activamente a todos los estudiantes, docentes y padres de familia. La finalidad fue crear un espacio que no solo aborda las problemáticas de desnutrición y falta de cohesión social exacerbadas por la pandemia, sino que también fomenta la responsabilidad, el trabajo en equipo y el aprendizaje práctico. A través del cultivo y cuidado del huerto, se pretendió mejorar la alimentación de los estudiantes con productos frescos y nutritivos, mientras se les enseñaba sobre sostenibilidad, ciencias, tecnologías y la importancia del cuidado del medio ambiente. Además, este proyecto ofreció una oportunidad única para reconstruir y fortalecer lazos comunitarios, promoviendo la colaboración y el diálogo entre los miembros de la comunidad escolar.
El objetivo era que los alumnos aprendieran a trabajar en equipo y, sobre todo, que conocieran y aprendieran la importancia de consumir alimentos saludables que ellos mismos podían cosechar. Esto no solo subsana las deficiencias de salud, sino que también motivaría el aprendizaje de nuestros alumnos. Además, se buscaba fomentar una buena alimentación como pilar fundamental para mejorar su bienestar físico y mental, impulsando así su aprovechamiento académico. Con este proyecto, también se pretendía despertar un interés genuino por aprender, no solo en materias académicas tradicionales, sino en habilidades vitales como la agricultura sostenible y la nutrición.
Este enfoque integral apuntaba a cultivar no solo el conocimiento, sino también la salud y la curiosidad de los estudiantes por explorar y aprender de manera activa y práctica.
Puntos claves de la práctica
Para llevar a cabo esta práctica, se realizó una investigación a profundidad, que incluyó observaciones en el pueblo, así como entrevistas a padres de familia y miembros de la comunidad. Esto llevó a la conclusión de que existía una extrema pobreza, carencia de alimentos y falta de buenas prácticas de higiene. Por ello, se inició la creación de un huerto escolar con el apoyo de los padres de familia, donde se cosecharon verduras y vegetales típicos de la región. Cabe destacar que, para fomentar la convivencia, se formaron grupos mezclando alumnos de primero, segundo y tercero.
La elaboración del huerto resultó ser de gran beneficio para la comunidad escolar, incluyendo maestros, alumnos, padres de familia, el personal de intendencia, secretarios, asesores técnicos y supervisores, ya que todos se involucraron activamente en el proceso, desde medir los espacios y preparar la tierra hasta sembrar las semillas y, posteriormente, cosechar. Durante el proceso, los equipos se turnaban para regar y revisar que todo estuviera en orden. Para finalizar, realizamos una demostración de lo aprendido que consistió en preparar comida utilizando todo lo cosechado, como panuchos, empanadas, tostadas y caldos con frijol. Asimismo, muestras de las hortalizas sembradas como tomate, rábano, cebolla, cilantro, zanahoria, chile, pepino y calabaza. Después de la degustación, realizamos cálculos para analizar cuánto se había gastado y constatamos que se ahorró mucho y se alimentaron de manera saludable. Tanto padres de familia como alumnos se comprometieron, por iniciativa propia, a cosechar en sus casas para seguir alimentándose de forma saludable y ahorrar dinero. Algunos decidieron, además, comercializar parte de su cosecha. Específicamente, la buena práctica del Huerto de San José permitió que los alumnos aprendieran matemáticas; trabajamos en áreas y perímetros de la zona a sembrar, operaciones básicas, fracciones y porcentajes. Además, calculamos los costos de producción del huerto, lo que incluyó la estimación de gastos en semillas, herramientas, abono y otros insumos necesarios. Este ejercicio nos permitió aplicar los conceptos matemáticos aprendidos en un contexto real y práctico, mejorando nuestra comprensión y habilidad para manejar situaciones de la vida cotidiana relacionadas con las finanzas y la economía doméstica. En español, mejoraron su capacidad de describir procesos, gracias a la bitácora de observación del huerto que mantenían, donde registraban cada etapa del crecimiento de las plantas y los cuidados proporcionados. Por último, realizaron entrevistas, lo que no solo contribuyó a desarrollar nuestras habilidades comunicativas, sino que también permitió interactuar con diversas personas, enriqueciendo una visión del mundo y de los temas investigados. Todas estas actividades contribuyeron significativamente al desarrollo académico y personal en la asignatura de español.
Esta práctica no solo enriqueció el aprendizaje académico en matemáticas y español, sino que también proporcionó valiosas lecciones sobre responsabilidad, trabajo en equipo y sostenibilidad. Por eso, considero que esta fue una buena práctica, integrando el aprendizaje académico con la vida cotidiana y la alimentación saludable.
Principales cambios observados
Los alumnos muestran entusiasmo por asistir a la escuela para trabajar en el proyecto; se llevan bien entre sí y cada día llegan con nuevas ideas, lo que evidencia el impacto positivo del Huerto de San José en su motivación y compromiso con la escuela. Los padres de familia también se involucran activamente, donando semillas y ofreciendo su ayuda en lo necesario, reforzando así la relación escuela-comunidad y creando un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida hacia el proyecto. Además, el proyecto se convierte en un espacio de aprendizaje práctico donde los estudiantes aplican conceptos de ciencias, matemáticas y lectura, al tiempo que aprenden sobre nutrición y sostenibilidad. Este enfoque integral no solo aborda la problemática de la desnutrición, sino que también enriquece el currículo educativo, haciéndolo más relevante y aplicado a la vida cotidiana de los estudiantes. La experiencia del Huerto de San José demuestra cómo la educación práctica y participativa puede transformar la experiencia educativa, haciéndola más atractiva, significativa y beneficiosa para toda la comunidad escolar.
Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
Para trabajar en un proyecto como el huerto de San José, se sugiere realizar ajustes a los planes didácticos de cada docente, con el objetivo de vincular las disciplinas con las actividades que se llevarán a cabo en el huerto. Se promueve el fomento de una clase dinámica, distanciándose del enfoque de una clase tradicional. Además, se busca fomentar la colaboración entre la escuela y la comunidad. Este enfoque interdisciplinario no solo enriquece el proceso educativo, sino que también permite a los estudiantes comprender la importancia de la sostenibilidad, la agricultura y el respeto por el medio ambiente. Implementar un proyecto de huerto escolar fomenta valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y la paciencia, al tiempo que ofrece una plataforma para aplicar conocimientos teóricos en un contexto práctico y tangible. La participación activa de los estudiantes en el cultivo, mantenimiento y observación del huerto contribuye a su desarrollo integral, promoviendo un aprendizaje significativo que trasciende los límites del aula. Por último, involucrar a la comunidad en este proyecto no solo fortalece los lazos entre la escuela y su entorno, sino que también potencia el impacto positivo del huerto en el bienestar colectivo, convirtiéndolo en un recurso educativo y ecológico valioso para todos.
Redes sociales
Se proporciona el siguiente enlace para que puedan conocer, a través de nuestra página de YouTube, los resultados de este grandioso proyecto que incentivó el interés y el aprendizaje de nuestros alumnos. Cada video y fotografía que encontrarán en este apartado dará muestra de los beneficios que conlleva el trabajo de un huerto escolar, y cómo este ayuda a solucionar todas nuestras problemáticas.