Fines perseguidos
Debido a la pandemia de SARS-CoV-2 (COVID-19), las necesidades educativas de muchos de nuestros alumnos se reflejaron en su desempeño áulico. El rezago educativo existente era preocupante para los docentes, y alcanzar los aprendizajes esperados representaba un reto muy grande. Ante esta problemática, se buscó mejorar las prácticas educativas para llevar a los alumnos a otro nivel de conocimiento y desarrollar en ellos habilidades que les permitieran contar con otro tipo de destrezas para acceder a esos nuevos conocimientos. Hubo necesidad de realizar distintas estrategias o actividades que permitieran, por lo menos, despertar en ellos el interés por aprender y ser mejores estudiantes en diferentes aspectos. Así, con este planteamiento claro en nuestro desempeño laboral, aplicamos la estrategia de “Las Maravillas del Ajedrez” con la finalidad de recuperar los aprendizajes esperados que marca el plan y los programas vigentes, y como una estrategia para mantenerlos interesados en la asistencia a clases. Durante este ciclo escolar 2023-2024, dimos inicio a este proyecto para aprender a jugar ajedrez, enseñándoles a cada participante desde lo básico: conocer las piezas, los movimientos de cada una de ellas, y nos aventuramos en esta nueva etapa, el juego de ajedrez. Una de las ventajas que se observan al enseñar a jugar ajedrez es el desarrollo de habilidades mentales, ya que precisamente de eso trata el juego. Así, su pensamiento crítico se agudiza y se desarrolla; buscan formas o estrategias para defenderse de su contrincante. Algunos se muestran entusiasmados por aprender, mientras que otros pueden sentirse temerosos, pero igualmente se busca que todos los alumnos y alumnas se involucren y observen a sus compañeros jugar, motivando así la incorporación de todos como jugadores.
Uno de los objetivos de esta estrategia fue la recuperación de los aprendizajes. Por ejemplo, en el campo formativo de saberes y pensamiento científico, matemáticas, se buscaba que el alumno desarrollara habilidades mentales y se fomentara el pensamiento crítico en la resolución de problemas, cantidades, números, entre otros. En el campo formativo de lenguajes, se pretendía como objetivo específico mejorar la redacción. Con la actividad recurrente que consistía en el diario anecdotario, los alumnos describían sus avances y jugadas, mejorando así su proceso de redacción y corrección.
Con la aplicación de esta estrategia, se esperaba que los alumnos, al interesarse en el juego, pudieran no solo conocerlo y aprenderlo, sino también practicarlo y jugarlo, desarrollando en ellos las habilidades señaladas. Se buscaba incentivarlos a avanzar siempre en su desempeño como estudiantes, a encontrar razones lógicas, justificar movimientos y planear estrategias de ataque, lo que representaría un desarrollo mental óptimo para nuevos aprendizajes.
Puntos clave de la práctica
Desde pequeño, fui introducido al ajedrez por mi padre, un experto en el juego, quien deseaba que sus siete hijos varones aprendieran a jugar. A través de la convivencia y la competencia entre hermanos, comenzamos a disfrutar y dedicarnos al juego. La construcción de un Centro de Desarrollo DIF cerca de nuestro hogar, que ofrecía clases de ajedrez, nos permitió mejorar nuestras habilidades y participar en pequeños torneos. Eventualmente, fuimos invitados a un campeonato nacional para menores de catorce años organizado por el DIF Nacional en Culiacán, Sinaloa, donde me clasifiqué en el puesto 25 a nivel nacional y quinto a nivel estatal, logro que me permitió participar en el primer campeonato nacional por equipos en la Ciudad de México.
Todo esto me llevó a adquirir y desarrollar diversas habilidades que, hasta la fecha, continúo utilizando para mi crecimiento personal. Siento que mi memoria es privilegiada, ya que puedo recordar detalles particulares con facilidad.
Con esta pequeña anécdota en mente, ahora, en el mundo laboral donde me desempeño como docente frente a un grupo de adolescentes de nivel secundaria, surge la idea de enseñar a mis alumnos a jugar ajedrez. Mi objetivo es motivarlos desde su primera infancia o etapa adolescente, enamorándolos de un juego que, para muchos, es tradicional y para otros, un clásico. Sin embargo, lo más importante es que fomenta el pensamiento crítico, el análisis, la reflexión y agudiza los sentidos motrices.
Transmitir motivación a los alumnos ha sido clave para enamorarlos del juego, y mi anécdota personal ha fortalecido el deseo de seguir aprendiendo en cada uno de los educandos. Si bien la educación consiste en enseñar y aprender algo, cuando interactuamos en nuestro proyecto, aprendemos unos de otros; aquí radica la clave del éxito de este proyecto. Ser instructor de ajedrez no solo implica enseñar a los alumnos, sino también aprender de ellos. Cada partida revela nuevas estrategias, formas de pensar y resolver problemas que enriquecen nuestra experiencia colectiva. Esta interacción bidireccional entre alumno e instructor refuerza el aprendizaje, demuestra que el conocimiento es un camino de doble sentido y resalta la importancia de mantener una mente abierta y dispuesta a recibir nuevas lecciones, incluso cuando se está en el rol de maestro.
Principales cambios observados
Entre los beneficios para los alumnos de aprender y jugar al ajedrez se encuentran los siguientes:
- Mejora en la memorización, lo cual, aunque pueda considerarse tradicionalista, ha dado resultados positivos en los avances académicos en diversas disciplinas.
- Desarrollo del pensamiento crítico.
- Estructuración del pensamiento.
- Solución de problemas.
- Capacidad para pensar y analizar situaciones problemáticas.
- Toma de decisiones.
- Mejora de la atención.
- Aumento de la concentración.
- Refuerzo de la memoria visual y la percepción.
- Incentivo en el logro de los aprendizajes de los alumnos.
- Creación de entornos de aprendizaje dinámicos, divertidos y entretenidos.
- Transición de la enseñanza tradicional a una enseñanza innovadora.
- Confiamos en nuestras habilidades y en nuestro potencial. Nos sabemos y sentimos capaces de transformar espacios, es decir, confiamos en nosotros mismos y continuamos creando estrategias y proyectos.
- Aplicamos el aprendizaje colaborativo y aprendemos de los demás
Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
Se recomienda a los docentes que fomenten este tipo de estrategias porque, como se ha descrito anteriormente, contribuyen a mejorar el pensamiento crítico, refuerzan las habilidades de razonamiento lógico y toma de decisiones, entre otros beneficios. Asimismo, se sugiere motivar a los alumnos diariamente a superarse a sí mismos, enfocándose no en comparaciones con los demás, sino en despertar su propio interés.
Se busca organizar pequeños torneos que permitan a los estudiantes interactuar con el juego, utilizando estos eventos como excusa para fomentar la vinculación comunitaria con padres de familia y miembros de la comunidad escolar.
Redes sociales
Los resultados de este proyecto, se compartieron por medio de WhatsApp dentro de la comunidad escolar, cuidando siempre la integridad de cada uno de los alumnos. Las evidencias reflejaban la interacción con el juego y la sociabilización entre el alumnado. Estas mismas evidencias se enviaron a nuestras autoridades inmediatas como lo es supervisión escolar, y departamento de telesecundaria, donde se realizó una difusión entre los docentes de la misma modalidad, poniendo de ejemplo las practicas innovadoras que muchos maestros llevamos a cabo día a día en el aula.
Cabe mencionar que este proyecto, “Maravillas del Ajedrez”, logró en nuestra escuela una vinculación comunitaria en las demostraciones de lo aprendido, donde los padres de familia y miembros de la comunidad interactuaban con los estudiantes y conocieron más de cerca el trabajo que se desarrolla dentro de las aulas de una telesecundaria.